RÍO DE JANEIRO.-El director de Match, una prestataria de la FIFA para la venta de paquetes del Mundial, fue liberado por la policía en la madrugada del martes, horas después de ser arrestado por ser sospechoso de liderar una red de venta ilegal de entradas para la Copa del Mundo.
Ray Whelan, director de la empresa Match, fue detenido el lunes de noche en el lujoso hotel Copacabana Palace de Rio de Janeiro, donde estaba alojado. La justicia le concedió la libertad provisional en la madrugada del martes, informó la policía civil de Rio a la AFP.
El comisario Fabio Barucke informó que el británico de 64 años responderá en libertad y será llamado nuevamente a declarar, bajo sospecha de haber quebrado el artículo 41 de la ley «estatuto del hincha brasileño», que considera un delito «ofrecer, desviar o facilitar distribución de ingresos para venta por un precio superior al del billete».
La empresa Match confirmó que Whelan fue liberado y que «colaborará con las investigaciones policiales». Match está convencida de que «los hechos establecerán que él (Whelan) no violó ninguna ley», dijo en un comunicado el portavoz de la empresa, Andreas Herren, un exjefe de comunicaciones de la FIFA.
Match «seguirá apoyando completamente todas las investigaciones, que creemos exonerarán a Ray» Whelan de cualquier responsabilidad, añadió.
La policía cree que Whelan facilitaba las entradas para que fueran vendidas de manera ilegal y que estaba por encima del francoargelino Mohamadou Lamine Fofana, una de las 11 personas arrestadas la semana pasada en el marco de la operación «Jules Rimet» que desmanteló una red internacional de reventa ilegal de entradas de la Copa.
De acuerdo a la policía, el director de Match pasaba entradas VIP de cortesía a Fofana, destinadas originalmente a distintas ONG, patrocinadores y familiares de jugadores. Fofana las revendía ilegalmente con ayuda de agencias de viaje y de sus altos contactos en el mundo del fútbol. Unas mil entradas eran revendidas ilegalmente por partido, a un precio base de mil euros cada una, según el fiscal Marcos Kac de Rio de Janeiro.
El esquema estaría en funcionamiento desde 2002, hace cuatro Copas del Mundo, según la policía.