Leyendo al revés

El deporte dominicano vive hoy uno de sus momentos más difíciles, aunque la dirigencia quiera ocultar esa realidad.
Muy pocos de los que intervienen en esa actividad están comprometidos, y si lo estuvieran no pueden desarrollar un proyecto serio, que enrrumbe el deporte por mejor camino.
Se ha querido mantener una cortina de humo que es muy débil, porque a todos se les ve el refajo.
La verdad monda y lironda es que a diferencia de los guardias de la época de Trujillo, que propalaban que leían hasta al revés. los dirigentes deportivos actuales no han podido convencer a nadie de que ejecutan un trabajo mínimamente eficiente. Los militares trujillistas, y todavía en esta época algunos lo practican, propiciaban esa creencia para que la población los percibiera como cucos y producir terror sicológico para mantener la farsa sobre la supuesta superioridad del guardia y el policía sobre los civiles.
Las cosas han cambiado un mundo y hasta que se demuestre lo contrario, la mayoría de los actuales dirigentes deportivos no aglutinan, están prácticamente solos. Y a diferencia de los guardias de antes, que uno solo llevaba preso sin chistar a decenas de personas, los dirigentes de hoy no pruducen ni frío ni calor. Por eso deben revirsarse muy a fondo.