Si alrededor de dos tercios de los niños del tercer grado de la educación primaria no puede leer y comprender un texto, no caben dudas de que el sistema de enseñanza debe ser sometido a la debida atención.

En realidad este es el grado en el que la escuela debe filtrar a los estudiantes, según las reglas establecidas para determinar quién reprueba y quién no en la arrancada de la formación.

De haber entendido bien los lineamientos de la enseñanza en este nivel, los maestros de primero, segundo y tercer grado deben enseñar a sus estudiantes los rudimentos de la lectura, la escritura y la comprensión.

Pero según un estudio de la organización no gubernamental World Vision República Dominicana, apenas el 28.57 % de los estudiantes lee y comprende un texto simple al concluir este nivel de la educación formal.

Es un dato importante del que deben hacerse cargo los responsables del sistema educativo dominicano.

Ante este tipo de información es común la respuesta destemplada o el silencio, pero una ni el otro les sirven de provecho a los pequeños y muy jóvenes estudiantes de la educación inicial, que ante las dificultades a la hora de vérselas con un texto se verán dispuestos a dejar la escuela o expuestos a repetir los cursos.
La actitud más provechosa, para unos y otros, es el examen del método de enseñanza.