LeBron James y los objetivos pendientes en su carrera a sus 36 años
MIAMI — Nunca he sido un fan de las comparaciones de jugadores de distintas épocas.
Sin embargo, en toda charla de café parecen ir entralazados los nombres de LeBron James y Michael Jordan. Yo opto por disfrutar de los dos en lugar de discutir quién fue mejor. Los que toman parte en este tipo de discusiones casi siempre ya tienen una idea definida y rara vez se cambian de bando.
A mi juicio, este tipo de comparaciones son inservibles más que para pasar el rato, sobre todo teniendo en cuenta que la carrera de uno de los protagonistas ni siquiera ha terminado.
James cumple 36 años este 30 de diciembre, pero contra todo pronóstico, lo mejor pudiese estar por venir para el actual astro de los Lakers.
Los años han pasado, se han mencionado nombres como Steph Curry, Kevin Durant, Kawhi Leonard y hasta el propio Anthony Davis para ser su sucesor, pero LeBron no da señales de involución, y viene fresco de ganar el MVP de las Finales en su temporada número 17 en la liga. No es casualidad que su físico se asemeja al de un robot, que sólo una vez ha lidiado con una lesión relativamente seria, y que su recuperación fue asombrosamente efectiva.
James invierte más de un millón de dólares al año entre nutricionistas, preparadores físicos, masajistas y terapeutas para cuidar su mayor atributo: su cuerpo.
Es por eso que pasan los años y los nombres, y LeBron James sigue siendo el mejor jugador del mundo.
Como si fuera poco, este año los Lakers iniciaron la temporada como el claro favorito en la teoría, aunque los campeones de papel no existen.
Sin embargo, no se puede negar que Los Angeles se reforzó de una manera magistral con las adiciones de Dennis Schroder, Marc Gasol, Montrezl Harrell y Wesley Matthews entre otros.
Esta versión de los Lakers luce incluso mejor que la del año pasado, que pareció ganar el título con relativa facilidad en la burbuja de Orlando.
En términos de estilos, LeBron quizás nunca tuvo a su lado una Estrella tan complementaria como Anthony Davis, que tiene apenas 27 años, puede defender prácticamente todas las posiciones, es uno de los mejores jugadores defensivos de la liga, y su combinación de tamaño y rango lo hacen por momentos, imposible de marcar.
No hay egos entre ellos, sólo colaboración hacia una misma meta. Esa meta podría ser otro título, o mejor dicho múltiples anillos más.
Si James mantiene salud, hasta podría convertirse en el máximo anotador de la historia y estaría entre los mejores de todos los tiempos en múltiples departamentos estadísticos.
Su grandeza estará reflejada en números, pero es tanto más que eso. Porque todos los equipos a los cuales va, se convierten en candidato, porque su vigencia desafía la lógica, y por eso sus próximas metas parecen ser más que alcanzables.
Yo puedo alejarme de las comparaciones, pero pueden estar seguros de que LeBron James quiere llegar a los seis títulos que tiene Michael Jordan –le faltan dos–, y no tengan dudas de que también quiere el tricampeonato que lograron aquellos Bulls.
Para ello, tendrían que coronarse campeones en los próximos dos años, y si bien el camino nunca es sencillo, no parece algo descabellado considerando con está confeccionado el plantel de los Lakers por los próximos tres años.
Llegaron a extensiones de contrato con James, Davis, Kentavious Caldwell-Pope, Kyle Kuzma, y planean firmar a Schroeder a largo plazo a lo largo de esta temporada.
La cita de James con la historia está garantizada. Pero falta mucho para determinar cuán romántica será. No se supone que un jugador de 36 años siga teniendo este tipo de protagonismo y aspiraciones, pero James no es un jugador más.
El prospecto más galardonado en la historia mientras estaba en la escuela secundaria, llegó a la NBA con 17 años y un montón de aspiraciones que parecían ilógicas.
Hoy, James ya ha llegado a 10 Finales, ha ganado 4 (en todas ganó el MVP) y si se retirase mañana, muchos lo considerarían uno de los tres jugadores de la historia.
Pero a los que les gustan las comparaciones, yo les aconsejo esperar, porque a la historia de James todavía queda mucho por escribirle.
FUENTE ESPN
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