En 2012, Samsung presentó la primera TV OLED. Sin embargo, la compañía rápidamente descubrió la severidad de las limitaciones de la tecnología OLED, como la retención de imagen/burn-in, que sufren los materiales orgánicos.
Después de determinar la gravedad de los problemas de calidad de quemadura de imagen, Samsung decidió no comercializar más el producto para televisores, enfocándose en una nueva tecnología mucho más revolucionaria y duradera. En 2017, presentó su televisor QLED, tocando la cima de innovaciones de pantallas.
El producto, ideado en base a la tecnología de puntos cuánticos, significó un relevante avance en visualización de imágenes y, a la vez, la implantación de un nuevo estándar para el mercado mundial de televisores.
Progresivamente, las constantes revisiones técnicas de los equipos de diseño de la marca surcoreana, a fin de avanzar a un nivel más alto, dieron con un siguiente paso de renovación: el Neo QLED, TV presentado en el CES 2021.
El material inorgánico Quantum Dot utilizado en los televisores QLED es duradero y libre de quemaduras de pantalla. Esto no sucede con los OLED TV.