Aconseja los lavados nasales, estos se pueden hacer con aerosoles de solución salina, suero fisiológico o con suero casero.
SANTO DOMINGO.-Covid-19 es la enfermedad infecciosa causada por el nuevo coronavirus, SARS-COV2. Actualmente se sigue aprendiendo a vivir con este virus y gracias a los avances de la ciencia, hay una luz al final del túnel.
De acuerdo a Mabel Quéliz, cirujana otorrino y especialista en implante coclear, este virus afecta las vías respiratorias altas, como lo son la nariz y la garganta y en algunos casos también se han reportados afecciones en los oídos.
Agrega: “La población debe cuidar los oídos, la nariz y la garganta después de haber sido afectado por Covid-19. Como otorrinolaringóloga veo con frecuencia en el consultorio pacientes con afecciones en oídos, nariz y garganta después de haber estado en contacto con el nuevo coronavirus”.
La galena explica que algunas infecciones virales se han relacionado con la pérdida auditiva, provocando una patología denominada hipoacusia súbita.
Ésta se desencadena a partir de fenómenos inflamatorios a nivel de la cóclea o del nervio auditivo, a causa de la infección viral.
En este sentido dijo que, por presentar síntomas durante el proceso infeccioso, se puede llegar a consumir medicamentos ototoxicos (toxicas para el oído), lo que en corto plazo pueden degenerar las estructuras del oído interno causando perdida auditiva o alteraciones en el equilibrio.
Fuentes fidedignas
Quéliz asegura que faltan estudios de fuentes fidedignas que reporten afecciones en los oídos dadas por el nuevo coronavirus. Al tratarse de una patología nueva, con el tiempo irán conociendo hasta dónde puede llegar en el organismo.
No obstante, como especialista en el área recomienda chequeo preventivo de los niveles de audición, así como del buen funcionamiento de las estructuras externas y medias de los oídos. El virus puede limitar la capacidad respiratoria lo que afecta la calidad de la voz del paciente.
Hacer entrenamiento olfatorio dos veces día
Procedimiento. El entrenamiento olfatorio es la única evidencia practica que existe. Alrededor 90% de pacientes recuperan el olfato en el primer mes.
Realiza de forma repetidas la exposición a un conjunto de olores como eucalipto, limón, clavo dulce, vainilla, durante 20 segundos cada uno.