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Las Fuerzas Armadas construyen su ‘muro tecnológico’ para la frontera

SANTO DOMINGO.-La frontera es inhóspita, complicada, a veces tensa y casi siempre apacible.

La mayor parte de la línea imaginaria de 391 kilómetros que divide geográficamente los dos países que comparten la isla de Santo Domingo está marcada por 303 puntos, identificados por pequeñas pirámides de concreto, la otra parte de la línea la definen ríos y quebradas.

La frontera es imaginaria y abierta, solo controlada en los puestos y destacamentos del Ejército esparcidos desde Pedernales hasta Montecristi.

Los “rayanos”, como se denomina a las personas que viven en uno y otro lado de la línea fronteriza, se entremezclan, pero se saben identificar quiénes son haitianos y quiénes dominicanos y se comportan como tales.

Los puestos de vigilancia del Ejército de la República Dominicana se comunican entre sí a través de caminos que solo se pueden transitar completos si se tiene un vehículo de doble tracción.

El ministro de Defensa, Paulino Sem, junto a altos oficiales militares que realizaron un recorrido por la frontera con ejecutivos de medios periodísticos.

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