Las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina

BOGOTÁ.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que este lunes confirmaron haber entablado contactos con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos en busca de un acuerdo de paz, son la guerrilla más antigua de América Latina, con 48 años de lucha armada.
Las FARC fueron fundadas en 1964 por algo más de una veintena de campesinos liberales que posteriormente abrazaron el marxismo bajo el liderazgo de Pedro Antonio Marín, más conocido como Manuel Marulanda Vélez o Tirofijo.
En la década de los años 1980, las FARC llegaron a tener entre 17.000 y 20.000 integrantes en 108 frentes desplegados en casi todo el país, incluso a las afueras de Bogotá.
Pero actualmente esta guerrilla se encuentra reducida a unos 9.200 combatientes, confinados en las zonas rurales más apartadas, luego de haber sido combatida frontalmente durante la última década por el gobierno colombiano, que ha contado para ello con la ayuda de Estados Unidos a través del Plan Colombia.
Esta guerrilla que inicialmente luchó por la redistribución de las tierras y contra los abusos de los terratenientes, también se caracterizó por la toma de rehenes, tanto civiles con fines de extorsión económica como políticos y militares en busca de un canje de secuestrados por sus combatientes presos.
Entre sus rehenes más conocidos destacó la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, de doble nacionalidad colombiana y francesa, liberada por el Ejército colombiano en 2008 tras seis años de cautiverio.
Colocada en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos y la Unión Europea, las FARC también se han caracterizado por ataques directos contra guarniciones castrenses en apartadas poblaciones rurales, causando numerosas víctimas militares y civiles.
En febrero pasado, las FARC anunciaron que abandonaban la práctica del secuestro de civiles -una de sus principales fuentes de financiación- y en abril liberó unilateralmente a los últimos diez policías y soldados que mantenía secuestrados.
Ese cambio de estrategia se produjo después de que el Ejército matara en 2011 a su entonces máximo líder, Alfonso Cano, reemplazado por Rodrigo Londoño, alias Timoleón Jiménez o Timochenko, quien ha manifestado en repetidas ocasiones su voluntad de encontrar una solución negociada al conflicto.
En 2008, las FARC ya habían sufrido dos graves pérdidas: su vocero Raúl Reyes muerto en una incursión del Ejército colombiano en Ecuador, y la de su histórico líder Marulanda, fallecido por causas naturales.
Su temido jefe militar Jorge Briceño o Mono Jojoy fue muerto en un bombardeo del Ejército en 2010. En el poder desde agosto de 2010, el presidente Santos anunció el 27 de agosto que había emprendido contactos con las FARC. Los anteriores intentos de negociación con esta guerrilla han fracasado.