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Las evidencias de la ADR

Editorial El Dia

Los esfuerzos por frenar, primero, y doblegar, después, la macabra tendencia al alza de las muertes en accidentes de tránsito, se encamina en estos días a conquistar a los denominados “gobiernos locales” para esta cruzada en la que el Gobierno central se propone bajar su impacto por lo menos hasta el 50 % en cinco años.

Desde los ayuntamientos, que es a lo que se refieren quienes prefieren denominarlos “gobiernos locales”, se puede hacer mucho por mejorar el comportamiento de los usuarios y los conductores de vehículos de motor.

Pero no hay que esperar milagros, si se sabe que estos órganos de gobierno cuentan, en muchos casos, con los recursos indispensables para mantenerse en pie.

Sin registro de vehículos —hasta de bicicletas y remolques— y una policía municipal asociada a las exiguas dotaciones de la Digesett en los municipios pequeños, es poco lo que se puede hacer por el ordenamiento del tránsito desde un cabildo.

Sin embargo, está bien que la Liga Municipal Dominicana, Infotep, Intrant y Fedomu se propongan fortalecer a los ayuntamientos del país en la promoción de la seguridad vial, como lo han anunciado, mediante el congreso “Tránsito, Movilidad y Seguridad Vial”, programado para los días lunes, martes y miércoles de la semana que viene.

Tal vez debemos insistir en la importancia de que en cualquier esfuerzo destinado a instruir a funcionarios, y llevar conciencia a la población, acerca de lo que realmente significa que los dominicanos estemos a la cabeza de la letalidad del tránsito de vehículos en calles y carreteras, se le dé participación a la Asociación Dominicana de Rehabilitación.

Desde esta entidad se puede tener, tanto desde el plano institucional como desde el personal y humano, una idea cabal de las implicaciones de un accidente de tránsito en cualquier tipo de vehículo, pero particularmente en una motocicleta.

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