Las crisis vuelven a ser en elecciones elemento crucial
SANTO DOMINGO.-El sobresalto con el que los dominicanos acuden a las consultas electorales tiene una base social que puede ser rastreada en la historia nacional y en la historia electoral desde el siglo XIX.
Cada elección llega acompañada de una crisis visible o la lleva escondida en alguna parte del proceso.
La que llevó al fracaso de las elecciones municipales de este tercer domingo de febrero fue lo que uno de los grandes partidos del sistema ha calificado de “sabotaje”, pero un sabotaje a tono con el siglo XXI: la tecnología.
Las primeras elecciones municipales, las de 1968, nacieron en crisis por la abstención de uno de los principales actores del sistema, el Partido Revolucionario Dominicano, liderado entonces por Juan Bosch.
En los años 1970 y 1974 la crisis tuvo de nuevo al PRD en el centro y como elementos colaterales a los grupos insurgentes y a la política contrainsurgencia del gobierno de los Estados Unidos.
La del año 1978, una de las más estudiadas, llegó con la irrupción de los militares en las Junta Central electoral la madrugada del día 17 de mayo.
No fue una crisis electoral en vista de que los electores votaron y el órgano gerencial mantenía el control del proceso.
La de 1982, la más letal, no fue política ni electoral. Hubo impugnaciones para el conocimiento de las cuales existía un procedimiento. Un mes después, mientras se conocía una de éstas, llegó el “granadazo” que costó la vida a 6 personas.
Cuatro años después, 1986, la crisis llegó revestida de desconfianza y de incapacidad gerencial. En 1990 fue de nuevo la desconfianza, la lentitud en el conteo y unos resultados muy cerrados, cuadro que se repitió en 1994.
La de este domingo, día 16 de febrero de 2020, es la primera del siglo XXI dominicano. ¿Es una crisis política, electoral, administrativa o tecnológica? Tecnológica, sin duda.
La única de estas crisis que tuvo un carácter político fue la de 1978, cuando estuvo en juego el poder por la acción de los militares.
— Primicia electoral
Las elecciones municipales de este tercer domingo de febrero tienen, sin haberse completado, un espacio en la historia electoral dominicana: son las primeras suspendidas por razones tecnológicas.
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