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¿Las bodas causan estrés o satisfacción? Cómo manejar la ansiedad antes del gran día

Katherine Espino Por Katherine Espino
¿Las bodas causan estrés o satisfacción? Cómo manejar la ansiedad antes del gran día
📷 ¿Las bodas causan estrés o satisfacción? Cómo manejar la ansiedad antes del gran día

Boda

Faltando pocos días para la boda, muchas parejas experimentan un torrente de emociones que pueden incluir ansiedad y estrés. No se trata de dudas sobre el compromiso, sino de la sensación de perder el control frente a los múltiples detalles que deben coordinarse: desde problemas con el vestido hasta imprevistos con los músicos.

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Lo que inicialmente es una celebración del amor, a menudo se convierte en una cadena de listas interminables, críticas familiares y discusiones por pequeños detalles. Sin embargo, al llegar el gran día y mirarse en el altar, la mayoría coincide en que todo el esfuerzo y las dificultades valieron la pena.

¿Por qué algo tan lleno de amor puede llegar a ser tan estresante?

Se debe a que el compromiso llega con una oleada de emociones: ilusión, nervios, entusiasmo… y también presión. La boda se convierte rápidamente en un proyecto a gran escala donde confluyen tradiciones, expectativas sociales y necesidades personales. En medio de tanto, es fácil perder de vista lo más importante: el vínculo entre dos personas.

Por qué las bodas generan tanto estrés

Organizar una boda es asumir múltiples roles a la vez: productor de eventos, mediador familiar, financiero, creativo, negociador. Hay decisiones que tomar constantemente, desde el número de invitados hasta el color de las flores. Y a todo eso se suma la opinión de familiares y amigos que, aunque bien intencionada, muchas veces complica más que ayuda. Lo que debía ser un acto de amor termina sintiéndose como un examen público de perfección.

Y en la planificación, por lo general, las novias terminan abrumándose ante la infinidad de elementos claves para la celebración del evento más importante de sus vidas.

A pesar de todo, muchas parejas coinciden: sí, fue agotador… pero fue mágico. Porque cuando llega el momento, esa mirada en el altar, ese abrazo con los padres, ese primer baile, todo el estrés se transforma en algo más poderoso: memoria, amor, celebración. Y ahí está el verdadero valor de la boda, no en los detalles perfectos, sino en el símbolo que representa.

Ahora bien, es necesario evitar a toda costa que la boda se convierta en una carga que deprima a los protagonistas de la historia.

Un punto importante y que siempre se debe tomar en cuenta es volver al origen de todo. La razón principal del evento es celebrar la unión entre dos personas que juran amor eterno frente a una multitud de testigos. Por tanto, la boda no es un evento para impresionar, es un ritual de paso.

Las parejas que logran disfrutar el proceso son las que ponen límites, delegan, y recuerdan que esto es para ellos, no para el resto. También son las que aceptan que algo puede fallar, y no pasa nada. Lo que importa es lo que sí permanece: el compromiso, la risa compartida, el sí dicho desde el alma.

En definitiva las bodas pueden estresar, sí. Pero también pueden marcar el inicio de una etapa con belleza, con verdad y con sentido. No hay que buscar que todo salga perfecto, sino que sea auténtico. En esa autenticidad está la verdadera satisfacción: la de comenzar una vida juntos, sin máscaras ni presiones, solo con amor.

El auge del turismo de bodas en República Dominicana

Este fenómeno no solo impacta a las parejas, sino también a la economía del país. El ministro de Turismo, David Collado, afirmó recientemente que el turismo de bodas se ha convertido en un nicho importante para República Dominicana, posicionándose como número uno en el Caribe y cuarto a nivel mundial.

Durante la inauguración del congreso mundial de bodas, Collado destacó el crecimiento extraordinario del sector en el país y su impacto en otras actividades económicas. «El hecho de que se está celebrando aquí este congreso mundial de bodas nos deja en claro el posicionamiento que tenemos en ese nicho que mueve más de 90,000 millones de dólares a nivel mundial», afirmó.

Por su parte, Kitzia Morales, presidenta de la International Association of Destination Wedding Professionals (IADWP), destacó el liderazgo dominicano en este mercado, afirmando que el país se ha convertido en un gigante que desplaza a otros destinos regionales, transformándose de un lugar conocido solo por sol y playas a uno de experiencias múltiples para todo tipo de turistas.

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Katherine Espino

Periodista digital. Community Manager. Locutora.

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