Las acciones de la Procuraduría cierran un raro círculo alrededor de Danilo Medina

Las acciones de la Procuraduría cierran un raro círculo alrededor de Danilo Medina

Las acciones de la Procuraduría cierran un raro círculo alrededor de Danilo Medina

Danilo Medina

Santo Domingo.-Esta semana puede ser conocida, si no surgen dificultades, la audiencia de coerción del caso Coral, la cual toca de cerca al expresidente Danilo Medina Sánchez, que por las actuaciones del Ministerio Público desde finales de noviembre pasado hasta el 24 de abril de este año, no advertía lo que ocurría en su entorno inmediato.

El 29 de noviembre de 2020 fueron realizados apresamientos que concluyeron en la presentación ante Atención Permanente del Distrito Nacional de Juan Alexis y Carmen Magalys Medina Sánchez, hermanos del ex presidente, conducidos ante un juez junto a otras ocho personas.

Además del antecedente que representa la operación Antipulpo para el caso que ahora está ante la justicia, el día 22 de febrero pasado fueron allanadas las oficinas de la Cámara de Cuentas, de donde el Ministerio Público cargo con documentos que debieron ser acarreados en camión. Decenas de investigadores del Ministerio Público trabajan en este caso.

Álvaro Uribe, expresidente de Colombia. Archivo

Inicialmente, diciembre del año pasado, se pensaba que el denominado “Pulpo” era Juan Alexis Medina, pero la semana pasada el director de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa, magistrado Wilson Camacho, dejó entrever que “El Pulpo” puede ser alguien mayor alrededor del que han sido montadas las investigaciones anticorrupción.

Las consideraciones
Más importante que los hermanos Medina Sánchez, contra quienes pesan medidas de fuerza impuestas por la justicia; más grande que la Cámara de Cuentas y que el órgano de seguridad del Presidente de la República, puede ser considerado el Presidente, que para los fines de estos tres casos era Danilo Medina Sánchez.

Y oportuno es hacerse una pregunta alrededor de la cual giran estas notas: ¿Está Medina siendo objeto de investigación por parte del Ministerio Público? Y si es así, como sugieren los indicios, ¿será conducido ante un juez como ha ocurrido con algunos de sus colaboradores cercanos?

Un refrán español dice, más o menos: cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo. Traducido al contexto de estas acciones, significa que alguien debería de ir organizando una estrategia jurídica de defensa y una vía política para el caso y ese alguien es Danilo.

Hay precedentes en el país de persecución judicial de un expresidente , los hay en la región geográfica inmediata de la que forma parte República Dominicana y los hay en el Continente en años recientes.

Entre nosotros
A Rafael Trujillo lo asesinaron el 30 de mayo de 1961 cuando iba de camino a San Cristóbal y a esa acción se le buscó un título menos agresivo: ajusticiamiento. Ajusticiar, en realidad, es aplicar justicia y eso es lo que se está haciendo con las personas que están siendo conducidas ante los tribunales que, según las leyes, son la vía para el ajusticiamiento.

Salvador Jorge Blanco fue conducido ante un tribunal en marzo de 1987. Se le acusó de desfalco y un año y ocho meses después era condenado en ausencia a 20 años de prisión y multa de 100 millones de pesos.

Un año después había conseguido la anulación de la sentencia y en el 91 fue condenado de nuevo a 20 años de prisión y multa de 73 millones de pesos. En el 2001 la sentencia fue anulada tras un largo proceso de apelaciones.

Estos dos casos deben ser considerados —el de Trujillo y el de Jorge Blanco— porque la calidad de las instituciones de las sociedades dominicanas soportan, pero se tambalean, un juicio a un expresidente, contras quien terminan siendo lanzado todo el peso del Estado, que es el mayor cuerpo político en cualquier país.

El intento del primer fiscal del Distrito Nacional de la administración Fernández, Guillermo Moreno, le costó el puesto en septiembre del año 1997. Otro expediente, este alrededor de la administración de Leonel Fernández, fue llevado ante los tribunales en los primeros cien días del gobierno de Hipólito Mejía, pero el expresidente fue tocado porque se expuso personalmente.

El caso fue disuelto de manera definitiva en 2007 y concomintante se desarrollaba la investigación del Plan Renove, que tras la vuelta de Fernández al poder entró a los tribunales a mediados de noviembre del año 2004, pero no se tocó a Hipólito Mejía.

La región
Si las operaciones antipulpo de la Procuraduría General de la República llegan a involucrar al expresidente Medina esta acción no haría más que ponernos a tono con lo que ha ocurrido con otros expresidentes en los países de Centroamérica y el Caribe.

Álvaro Uribe, expresidente de Colombia, fue detenido el año pasado y aunque su caso tiende a ser dejado de lado (precluido), todavía está en curso. El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, fue llevado ante la justicia, apresado y su caso, desestimado el año pasado, ha vuelto ante un tribunal.

Elías Antonio Saca, expresidente de El Salvador, cumple prisión por desfalco de unos 300 millones contra el Estado. En Guatemala, el presidente en ejercicio Otto Pérez Molina terminó en 2015 ante la justicia.

En marzo pasado fue condenado a 42 años de prisión por narcotráfico en un tribunal de Estados Juan Antonio Hernández, hermano del presidente de Honduras Juan Orlando Hernández.

El tribunal consideró que las actividades del hermano del presidente fueron patrocinadas desde el Estado.

Sudamérica ha tenido casos sonados como el del ex presidente Luis Inacio —Lula— da Silva, de Brasil; Alberto Fujimori, Ollanta Humala (ambos condenados) y Alan García, quien se pegó un tiro en el momento en que estaba siendo detenido.

Implicaciones
La detención de un expresidente en República Dominicana es una decisión de un profundo calado político.

El partido de gobierno no es una organización homogénea y carece del arraigo popular que han logrado otras llegadas al poder, como el Reformista Social Cristiano, el Revolucionario Dominicano y el de la Liberación Dominicana. Este último consolidó su base social a su paso por el poder durante 16 años consecutivos.

La pandemia, una crisis de la gobernanza en Haití que no ha llegado a ser política por el apuntalamiento del Departamento de Estado, son elementos a considerar a la hora de dar un paso como este con un Partido de la Liberación Dominicana todavía fuerte a pesar de los desprendimientos.

Apresamiento

— Nunca visto
Por lo menos en los tiempos democráticos tras la dictadura no se había producido la detención y conducción ante la justicia del «hombre fuerte» detrás de un expresisende. El precedente le ha tocado a Danilo Medina. Ha asistido en silencio público a la detención del mayor general Adán Cáceres Silvestre.



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