La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró mediante la resolución 54/134 en fecha 17 de diciembre del año de 1999, para declarar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la No Violencia contra la Mujer, cabe destacar que le debemos la selección a un grupo de mujeres feminista de la República Dominicana y a la Embajadora permanente ante la ONU la Dra. Cristina Aguiar quien sometió la terna describiendo el horrible crimen de las Hermanas Mirabal en el año de 1960 acto que puso fin a la dictadora de Rafael Leónidas Trujillo Molina (el tirano).

Sin embargo llama la atención que entre tantas personas que murieron y fueron maltratadas en los 30 años de dictadura por la violencia, el saqueo, robos, torturas y el miedo, muertes de muchas mujeres y de una cantidad indeterminada de hombres, llegando a contar algunos sobrevivientes de las fosas comunes donde tiraban los cadáveres.

Hoy a 17 años de la declaración el Día Internacional de la No Violencia contra Mujer, continúan las muertes, el sometimiento y el maltrato en contra de las mujeres, no solamente dominicanas sino del mundo, en un país más o menos que en el otro pero, violencia al fin.

Por tal motivo estoy convencida de que es el momento de replantear el concepto violencia de género. La República Dominicana no debe estar ajena a la violencia generalizada que enfrentamos hoy día, de modo que la violencia contra la mujer es causada por un hombre que aprendió a ser violento en su hogar y en su entorno y el nivel de violencia va a depender del nivel de maltrato que recibió en su niñez y su adolescencia.

Hoy es un buen día para que el gobierno central tenga como punto principal de su agenda la violencia generalizada de la cual hoy citamos pinceladas. La Universidad Autónoma de Santo Domingo continúa siendo un espacio que mueve y manifiesta la violencia por los llamados grupos estudiantiles llenos de frustraciones a tal punto que el 23 de abril del año 2013 un grupo de guerrilleros cegaron la vida del Coronel de Policía Nacional  Julián Suarez, el 11 de marzo de este año el presidente de un sindicato de transporte público asesino a un Ex rector de la Universidad Autónoma, a eso le agregamos la violencia en el tránsito, la delincuencia, los asesinatos por encargos, la falta de oportunidades de la juventud en los barrios marginados de esta ciudad capital y la falta de voluntad política para aplicar las leyes en su justa dimensión para ricos y pobres.

La mayoría de los niños maltratado en su hogar va a crecer con esas ganas de desquitarse con cualquiera el golpe que no pudo darle a su padre, su madre o hermano, igual sucede con el niño que ha tenido que sufrir porque le asesinaron a su padre o su madre y a eso le añadimos la violencia de algunos comunicadores en los principales medios masivos de comunicación algunos por frustración y otros por buscar rating o prebendas del gobierno.

Entonces llegamos a la conclusión de que la violencia generalizada que exhibimos a nivel nacional y en todos los ámbitos sociales debe ser evaluada y la única forma de bajar las estadísticas es educando en las escuelas, protegiendo a los menores desde el Estado y aplicando la ley 24-97, con la severidad y ética que exija cada caso indistintamente de la clase social a la cual pertenezcan los agresores.