La raza humana ha sido afectada por innumerables agresiones externas de entidades microscópicas, las que han provocado enfermedades desde tiempos inmemorables, tales como bacterias, virus, hongos, parásitos, que en la actualidad son ampliamente estudiados y controlables luego del descubrimiento de agentes bactericidas conocidos como antibióticos, antiparasitarios.
Lourdes Estrella, endocrinóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), dice que en el caso de los virus son microorganismos cambiantes, los cuales hacen mucho daño ya que su objetivo va dirigido hacia las células, siendo capaces de alterar toda la estructura celular y para los cuales se cuenta con las vacunas.
Estrella explica que tras el descubrimiento de la vacuna, se inició un amplio trabajo para diseñar inoculaciones que puedan controlar y prevenir enfermedades tales como: cólera, rabia, fiebre tifoidea, tuberculosis, difteria, tétanos, tosferina, tifus, poliomielitis, sarampión, paperas, rubeola, neumonía, meningitis, hepatitis, varicela, papiloma humano, malaria, ebola y el virus de la gripe (influenza) en sus tres variantes.
“Algunas de esas se agruparon, como es el DTP (difteria, tétanos y tosferina) y la vacuna triple contra (sarampión, papera y rubeola), las cuales se empezaron a aplicar desde la primera infancia bajo los programas de inmunizaciones implementadas a nivel global, provocando protección inmunológica desde las primeras etapas de la vida, con lo que se ha logrado detener el flujo de todas esas enfermedades, las que de no ser por las vacunaciones oportunas hubieran disminuido ampliamente la población humana sobre la tierra”, detalla la especialista.
La influenza
Dentro de las vacunas desarrolladas, se encuentra la de la influenza que debe administrarse anualmente, debido a que ese virus por lo general experimenta mutaciones de manera sistemática cada año. Sin embargo, hay infecciones virales por las cuales no existen vacunas, como es el caso del VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).
También está el caso del Coronavirus, que se reconoce en el 2002, capaz de producir gran afectación a nivel pulmonar, con la aparición del primer caso en ese año. Este virus provoca el síndrome conocido como SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), presenta en su estructura una serie de espículas externas que le dan la apariencia de corona, este se conoce como SARS COV-1 el que se caracterizó por una limitada propagación, afirma la médica.
16 años más tarde
La experta señala que en esa ocasión se inició el proceso de investigación para la producción de la inmunización, el cual se detuvo ante el hecho de la no propagación de ese virus. 16 años más tarde, surge un nuevo Coronavirus provocando una gran afectación respiratoria, el primer caso detectado es en el 2019 por lo que se reconoce como SARS COV 2 o Covid-19.
En esa oportunidad, el virus si tiene una gran capacidad de propagación por lo que rápidamente se extiende por todo el mundo, afectando de una manera vertiginosa a millones de personas y provocando cientos de miles de muertes en prácticamente toda la geografía a nivel mundial, convirtiéndose en una pandemia, consiguiendo la paralización de casi todas las actividades, exceptuando las sanitarias en todos los países.
Es entonces cuando la comunidad científica ante la magnitud del problema, reanuda el proceso detenido en la elaboración de la vacuna contra este tipo de virus en el 2003, hasta completar todas las fases necesarias para iniciar el proceso de inoculación en seres humanos, en el que se inició a finales del 2020.
Afecta los órganos
Este virus altamente contagioso ha sido capaz de afectar prácticamente a casi todos los órganos del cuerpo, de lo que se deriva que ha involucrado a muchas especialidades las que han tenido que involucrarse en el conocimiento y manejo al afectar sus sistemas, manifiesta la médica.
La endocrinología no está exenta de este, ya que la diabetes es una de las patologías que se han visto ampliamente afectada por el Covid-19, provocando en los pacientes que la padecen una gran descompensación e incluso su debut en pacientes que no eran conocidos como diabéticos, de manera que estos al igual que los hipertensos, obesos, asmáticos, ancianos o con cáncer están dentro de los grupos poblacionales considerados como vulnerables.
Y tomando en cuenta que la mayoría de estos son ancianos, hipertensos y muchos otros también son obesos, de más está considerar que este grupo es altamente vulnerable.
Por esa razón, cuando se empezó el proceso de vacunación estos pacientes estaban en primera línea por recibir su primera dosis y por consiguiente completar el esquema hasta su tercera.
Su protección
— Bajo riesgo
La vacuna no evita el contraer el virus pero si asegura un bajo riesgo de complicaciones, a no ser que el paciente tenga otras comorbilidades que conduzcan a un final no deseado, siendo este un número no significativo.
Recomendación
Ningún avance de la medicina ha logrado salvar tantas vidas como estas, gracias a ellas algunas enfermedades que se perciben como amenazas para la humanidad dejan de existir o bien han disminuido significativamente.
De todo lo expuesto acerca de la vacunación, mi recomendación es siempre optar por una adecuada inmunización.