La iniciativa procura alcanzar al menos a 20.000 niños menores de 5 años y 700 embarazadas y madres lactantes, de acuerdo con las explicaciones ofrecidas por la representante de Unicef en el país, Rosa Elcarte, en la presentación del Plan Nacional para la Reducción de la Desnutrición Aguda en Santo Domingo.
Santo Domingo.- El Gobierno de la República Dominicana en conjunto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) lanzaron este miércoles un plan contra la desnutrición aguda en el país, que podría aumentar a causa de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus.
La iniciativa procura alcanzar al menos a 20.000 niños menores de 5 años y 700 embarazadas y madres lactantes, de acuerdo con las explicaciones ofrecidas por la representante de Unicef en el país, Rosa Elcarte, en la presentación del Plan Nacional para la Reducción de la Desnutrición Aguda en Santo Domingo.
El objetivo es identificar a niños de entre 6 meses y 5 años, así como a embarazadas y madres lactantes con desnutrición aguda, o en riesgo inminente de desnutrición, y tratarlos con alimentos terapéuticos listos para consumir, al tiempo que se ofrece consejería sobre nutrición a las familias.
Los datos más recientes de la desnutrición infantil crónica en la República Dominicana indican que disminuyó del 16,5 % (1991) a 6,9 % (2013), según la última Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa), donde se destaca que en los niños más pobres el nivel de desnutrición crónica alcanzó el 12 %.
En el acto de hoy, Elcarte se hizo eco de una encuesta realizada hace poco por agencias de la ONU en la nación que indica que en los cascos urbanos de 18 municipios dominicanos, y de una población encuestada de 5.900, el 30 % de las familias ha reducido el número de comidas por día y el 43% las porciones de alimento servido debido a la situación provocada por la pandemia del coronavirus.
El 78 % de los encuestados afirmó, a la vez, que la alimentación es una de sus mayores preocupaciones.
“Todos estos hallazgos nos indican que la desnutrición aguda está aumentando en el país”, señaló Elcarte, quien advirtió “de los efectos negativos e irreversibles que tienen las carencias de nutrientes, de cuidado, y de cariño en el desarrollo cerebral de la primera infancia».
Por su lado, la vicepresidenta del país, Raquel Peña, subrayó que la COVID-19 puso en evidencia “las deficiencias” del sistema de salud local, pero “no podemos darnos el lujo de sentarnos a lamentarlo, debemos trabajar en el desarrollo de planes y programas que contribuyan al bienestar de todos».
Por ello, aseguró que el Gobierno central, así como las instituciones públicas y privadas “no descansaremos en la creación y ejecución de políticas e implementación de programas sociales para disminuir la desnutrición y cualquier otra situación de salud que afecte a la niñez». EFE