El mundo está todavía sorprendido, por no decir incrédulo, por la forma en que salió derrotado el pasado sábado el filipino Manny Pacquiao ante el mexicano Juan Manuel Márquez.
Cuando se produjo el golpe que lo envió a la lona en forma definitiva, ya que había sufrido antes otra caída, el público presente no podía creer, mientras que quienes la observamos por televisión tuvimos que esperar las repeticiones para darle veracidad a lo que había pasado.
Después de muchos años observando centenares de peleas, comparo la espectacularidad de este nocaut con los que se aplicaron José Luis Castillo y el malogrado Diego Corrales.
Muchos entienden que Pacquiao debe retirarse, pero la verdad es que con 33 años, el filipino todavía puede permanecer por lo menos un par de años.
Márquez tiene prácticamente 40 años de edad, y tras el triunfo no ha hablado ni por señas del retiro.
Además, ahora está en su mejor momento de pedir una fortuna para darle la revancha a Pacquiao, quien ganó unos US$25 millones, contra US$8 millones del azteca. Aunque se ha descartado el quinto combate, éste se producirá antes de seis meses, porque una quinta pelea será un negocio redondo.