La Conferencia del Episcopado Dominicano ha hecho una propuesta acertada, prudente y oportuna con miras a que, como nación, definamos nuestras prioridades y nos comprometamos a abordarlas.
El planteamiento de los obispos dominicanos ha sido bien acogido por dos de los principales candidatos presidenciales, Luis Abinader y Gonzalo Castillo, quienes además dijeron estar dispuestos a rubricar lo que se acuerde.
Ojalá otros candidatos, con el pasar de los días, den cabida a esta muestra de civilidad política que está por encima de las trivialidades propias de los tiempos de campaña.
EL DÍA también recibe con beneplácito la propuesta y espera que los proponentes se sumen a otros sectores sociales para darle forma y que la idea logre materializarse.
El país ha tenido iniciativas similares exitosas. Recordamos que previo a las elecciones de 2012 los entonces candidatos presidenciales firmaron un compromiso de invertir el 4% del PIB en Educación y quien resultó ganador de esos comicios, Danilo Medina, lo ha cumplido sin interrupoción.
No se trata de crear un programa de gobierno común, sin matices. A lo que se aspira es que la sociedad en su conjunto haga un ejercicio de concertación y compromiso para enfrentar problemas que impiden el desarrollo o que deterioran la calidad de vida de los dominicanos.
Ojalá podamos ver materializada esta propuesta y que toda la sociedad se convierta en veedora del cumplimiento de los compromisos asumidos por el liderazgo nacional.