La pareja funcional
Para que una relación de pareja sea funcional, no sólo hay que basarse en el amor, pues otros factores son muy importantes e imprescindibles tanto como el amor.
La comprensión, la empatía, la confianza, la interacción sexual, la afectividad, la adaptación.
Las personas se unen por amor y atracción física entendiendo que todo irá bien. Cuando empieza la convivencia se descubren actitudes, características de la otra persona, costumbres de la familia de base qué pueden desestabilizar al otro y entender que la relación no va a funcionar.
Para que una pareja sea funcional, ambos tienen que entender que son diferentes como persona y que tienen cada uno debilidades y fortalezas que deben ser trabajadas por cada uno individualmente para ponerlas al servicio de la unión.
Es importante trabajar desde el amor, sin embargo, las otras condiciones mencionadas (empatía y confianza, etcétera), hay que tenerlas en cuenta para comprender las necesidades del otro y empezar a entenderlas y atenderlas de manera correcta.
La conciencia de que vivir en pareja significa que hay que ceder ante algunas situaciones y no ceder ante algunas tentaciones, de que hay que lograr conocer a la persona con la que se habita y reconocer sus virtudes y defectos, comprometerse a hacer todo lo posible por estar juntos, estar pendientes de todo lo que pueda alterar la armonía de ambos y la armonía de la vida en pareja.
La comunicación cotidiana y sexual, la responsabilidad, el respeto, la dedicación, además del amor, mantienen ese vínculo afectivo sexual en una pareja funcional.
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