La obesidad puede afectar todo el organismo

La obesidad puede afectar todo el organismo

La obesidad puede afectar todo el organismo

Existen muchos factores que alteran y hacen que el paciente desista de mantener una buena alimentación, provocando así un daño a largo plazo.

Desde hace varias décadas la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo, siendo causante de múltiples problemas de salud. Sin embargo, esta enfermedad puede prevenirse.

Estebanía Contreras de Ferreras, nutrióloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que también esta condición puede ser producida o genética.

La especialista define la obesidad como una enfermedad crónica compleja, que se produce al acumular una cantidad excesiva de grasa corporal. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).

La obesidad como una enfermedad crónica compleja.

Contreras explica que esta condición puede ser causada por malos hábitos de alimentación, exceso de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcares refinados, pobre en nutrientes y ricos en calorías vacías. También puede ser genética, pues existe un grupo de genes que predisponen a la obesidad y pueden ser trasmitidos.

A esto se añade el sedentarismo y la falta de actividad física, pues hace que no se consuma el exceso de calorías ingeridas en la dieta.

La nutrióloga expone que esta puede afectar la salud de manera muy grave, aumentando el riesgo de patologías como hígado graso no alcohólico, diabetes mellitus, resistencia a la insulina, enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares), los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y ciertos tipos de cáncer (endometrio, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon), entre otras.

Cuándo prevenir
Es importante iniciar la prevención desde etapas muy tempranas de la vida, es decir, aun antes de nacer se debe cuidar la alimentación de la madre y así cuidar al bebe.

“La calidad de la alimentación periconcepcional, que producen niños con bajo peso para su edad gestacional, se ha relacionado con una mayor frecuencia de aparición de patologías crónicas en la edad adulta que forman parte del síndrome metabólico”, alerta la médica.

Contreras especifica que las características básicas de la dieta mediterránea configuran un perfil dietético que permite contribuir a controlar el peso y que entran de lleno en los aspectos claves para una dieta adecuada y de reducción de peso.

Agrega que para conseguir un equilibrio energético adecuado debe estimularse la práctica habitual del ejercicio físico, ya que el gasto por actividad física ha disminuido de forma considerable en las últimas décadas.

La experta asegura que existen muchos factores que alteran y hacen que el paciente desista de mantener una buena alimentación, provocando así, un daño a largo plazo y con ello se contempla la posibilidad de complicaciones mayores. Es por ello que se recomienda más educación nutricional a las personas, proporcionada por su médico nutriólogo.

Incluso, una modesta pérdida de peso puede mejorar o prevenir los problemas de salud relacionados con la obesidad. La profesional señala que no se puede ocultar que hay factores socioculturales que pueden predisponer a que un cambio a menor cantidad de peso es sinónimo de enfermedad, sin embargo, ser obeso simboliza vitalidad y salud, pues el individuo con sobrepeso se caracteriza por un balance energético positivo, una eficiencia termodinámica elevada con hiperinsulinemia y resistencia a la insulina, afirma Contreras.

Duerma y evita el estrés
La galena indica que otros factores que se deben abordar para evitar la obesidad son el sueño, el estrés y la ansiedad.

Por una parte se debe cuidar la duración y calidad del sueño, dormir poco se relaciona con el exceso de peso. Además, el manejo del estrés y la ansiedad son fundamentales y se deben buscar las estrategias como las técnicas de relajación, organización de tiempos, descansos adecuados, distribución de las responsabilidades a nivel familiar y actividad física, entre otras, que permiten manejar de forma más adecuada estos factores que predisponen a la ingesta excesiva de alimentos”, resalta Contreras.

Además, la actividad física debe ser parte de las rutinas diarias al nivel familiar, mantenerse en movimiento es clave para conservar un peso saludable, prevenir diversas enfermedades y obtener múltiples beneficios, físicos y emocionales, entre otros, enfatiza la especialista al referirse al tema.

Recomienda también elegir opciones más saludables para su dieta. Consumir alimentos tales como verduras e hidratos de carbono, provenientes de cereales integrales.

Asimismo, la nutrióloga sugiere escoja fuentes magras de proteína como frijoles, lentejas, soja y carnes magras. Si le gusta el pescado, debe tratar de consumirlo dos veces por semana, asimismo, limitar la sal y el azúcar agregada.
Preferir pequeñas cantidades de grasa y asegurarse de que provengan de fuentes saludables para el corazón, como los aceites de oliva y aguacate. Desconfíe de las soluciones rápidas.

Las más vulnerables
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en el mundo 2,8 millones de personas por problemas de obesidad y sobrepeso, afectando más a mujeres que a hombres. El mayor porcentaje se ha registrado en la Región de las Américas.

En la República Dominicana estudios arrojaron que el 70.1 % de la población presenta sobrepeso u obesidad. Mientras que en referencia al índice de masa corporal, se determinó una prevalencia de obesidad de un 33.6 % y de sobrepeso un 36.5 %, esto en un estudio realizado en el año 2021.

Recomendación sobre obesidad y el sobrepeso
La Organización Mundial de la Salud hace algunas sugerencias específicas para reducir esta condición, como limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares.

Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos.
Hacer una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).



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