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La nueva realidad de Ecuador

Ecuador

En el oeste sudamericano se encuentra la República del Ecuador, un país con poco más de 17.8 millones de habitantes y 256,370 km2 de espacio territorial.

Al hurgar sobre su historia, la misma data de la época prehispánica, con asentamientos entre indios del norte, los llamados amerindios, y los pueblos amazónicos.

Para la época colonial, desde el siglo XVI los españoles tomaron la ciudad que hoy conocemos como Quito, capital de la República, nombrada como San Francisco de Quito, en honor a Francisco Pizarro.

La presencia española se mantuvo por varios siglos con dominio absoluto de los territorios, desencadenando posteriores luchas por la independencia.

Los primeros intentos se produjeron desde 1809, en lo que se conoció como la Junta de Quito; luego, la inestabilidad social reanimó nuevas protestas que desembocaron en 1820 con la toma de Guayaquil, la ciudad más poblada del país.

Posteriores luchas se desencadenaron como consecuencia de la anexión del país a la llamada Gran Colombia, de 1824. Finalmente, la guerra de secesión, que permitió la separación e interrupción de la dominación colombiana, en 1830.

Todo este preámbulo histórico, matizado por rebeliones y luchas, nos crea un marco referencial que permite conectarnos con los más recientes acontecimientos sociales, políticos y económicos en un país dolarizado, con alta presencia del narcotráfico, inseguridad e inestabilidad política.

El Ecuador del siglo XXI
Desde finales de los años 90, la política ecuatoriana entró en una fase de fragmentación, agitación y descreimiento. El populismo personificado en Abdalá Bucaram llegó al poder en 1996. La improvisación, el comportamiento errático y controvertido provocaron su destitución un año después de haber llegado a la Presidencia.

Fue sustituido por el entonces alcalde de Quito, Jamil Mahuad. En esos años, cercanos al nuevo siglo, Ecuador vivía una angustiosa situación económica que le conducía, indefectiblemente, a la dolarización.

Ya para el año 2000 la moneda norteamericana regía la dinámica económica ecuatoriana y el difícil proceso de adaptación contribuyó al derrocamiento del gobierno. Un golpe de Estado, dirigido por líderes indígenas y miembros de las Fuerzas Armadas, colocó en la jefatura del Estado a Gustavo Noboa, a la sazón vicepresidente de la República.

La entrada en vigor del siglo XXI encontró a la República del Ecuador reincidiendo en los problemas de décadas anteriores: malestar social, sobre todo en los sectores indígenas y vulnerables, la decadencia de la clase política tradicional y la permanencia de un mediocre desempeño económico.

Los años de Correa
Rafael Correa gobernó a Ecuador entre los años 2006-2017 y, de inmediato, por las características de su personalidad, provocó cambios significativos en la dinámica social y económica del país. Su liderazgo, vinculado a prácticas del socialismo del siglo XXI, llevó a cabo la denominada “Revolución Ciudadana”, se asoció a la Venezuela de Hugo Chávez, rompió relaciones con Colombia y tensionó su postura frente a Estados Unidos, mientras incrementaba su dominio sobre los poderes públicos ecuatorianos.

Para diciembre de 2015 la Asamblea Nacional, controlada por el Gobierno, apobró una reforma constitucional que incluía 15 enmiendas, entre ellas la eliminación de los límites de mandato para los cargos públicos a partir de 2021. La idea central de esta acción, meramente política, procuraba la permanencia de Correa en el poder a través de la reelección indefinida.

Estos y otros cambios provocaron la desaprobación colectiva. Un punto de irritación social lo produjo la clasificación de las telecomunicaciones como un servicio público, esto pretendía mayor firmeza en el control sobre aparato comunicacional del país. Dichos elementos, que por demás distorsionaban las aspiraciones de diversos sectores de la sociedad, terminaron convocando a miles de ciudadanos a protestas callejeras que, a su vez, elevaron los índices de agitación y desestabilización.

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