La Navidad de ahora

La Navidad de ahora

La Navidad de ahora

Estos días, desde hoy hasta el domingo, deben ser para las buenas noticias en los hogares y las calles, en los lugares de trabajo y en los de diversión.

Desde luego, no siempre ocurre de esta manera, a veces por razones personales y otras por excesos de unos que se convierten en el fastidio o la desgracia de otros.

Ha sido dicho tantas veces, que la del momento no es la última celebración de Navidad —a menos que nosotros decidamos lo contrario—, que decirlo de nuevo parece una letanía, pero de todos modos la repetimos, con la esperanza de encontrar oídos propicios al consejo.

No sólo la delincuencia puede hacer de los festejos navideños la circunstancia de momentos desagradables. También los excesos de bebidas alcohólicas, las comilonas, el volante de un vehículo de motor y la incapacidad o la imposibilidad de evitar a una o varias personas violentas al calor de malos entendidos.

Una fórmula tal vez apropiada para evitar las impertinencias, a una persona sin el debido control de sus emociones o a un borracho, es proponerse tener en esta una Navidad memorable, no solo por haber salido ileso, sino por haber podido compartir la alegría, la abundancia de la mesa y la creatividad.

Tener unas fiestas navideñas para el buen recuerdo es perfectamente posible.
EL DÍA les desea a todos sus lectores, al pueblo dominicano, buenos momentos para emular y para recordar en las muchas navidades que nos tiene guardadas el porvenir.