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La masticación: la clave oculta en la cirugía bariátrica

La cirugía bariátrica es un conjunto de procedimientos quirúrgicos diseñados para tratar la obesidad mórbida.

Entre las técnicas más comunes se encuentran el bypass gástrico, la manga gástrica y la banda gástrica ajustable. Su objetivo principal es reducir la capacidad del estómago o modificar el proceso de absorción de nutrientes, lo que facilita la pérdida de peso y mejora condiciones asociadas.

Cristina Tonos, psicóloga clínica de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), expresa que cuando se habla de cirugía bariátrica, lo primero que suele venir a la mente es la pérdida de peso, los cambios anatómicos del sistema digestivo y la reeducación alimentaria.

La masticación es el primer paso del proceso digestivo.

Sin embargo, hay un aspecto esencial que muchas veces pasa desapercibido y que puede marcar la diferencia entre un proceso exitoso y uno lleno de complicaciones: la masticación.
Menciona, que es común escuchar ideas como: “Ya no voy a comer más nunca”, “Voy a perder peso rápido y fácil”, “No tendré que volver al gimnasio” o “Nunca más haré dieta”.

Pero resalta que detrás de esos pensamientos simplistas hay una realidad más compleja. La cirugía no es una solución mágica, sino una herramienta que requiere compromiso, educación y cambios profundos en los hábitos alimentarios. Y en ese proceso, enseñar a masticar se convierte en una práctica fundamental.

¿Qué es masticar?
La masticación es el primer paso del proceso digestivo. Consiste en triturar los alimentos con los dientes, mezclarlos con saliva y formar el bolo alimenticio que será deglutido y procesado por el estómago e intestinos.

En pacientes bariátricos, este paso cobra una importancia crítica, ya que el sistema digestivo ha sido alterado quirúrgicamente y su capacidad de procesamiento se ha reducido significativamente.

Una masticación deficiente puede desencadenar una serie de complicaciones que afectan tanto la salud física como el bienestar emocional del paciente, entre las que se citan:

  • Náuseas o vómitos: Alimentos mal triturados pueden atascarse en el estómago reducido o en la anastomosis (unión quirúrgica), provocando malestar, arcadas o vómitos frecuentes.
  • Sensación de pesadez o dolor epigástrico: Comer rápido y sin masticar adecuadamente puede generar presión en la zona superior del abdomen, causando dolor o incomodidad.
  • Obstrucción del estoma o de la anastomosis: Fragmentos grandes de alimentos pueden bloquear el paso del bolo alimenticio, lo que puede requerir intervención médica.
  • Síndrome de dumping: Especialmente en pacientes con bypass gástrico, la entrada rápida de alimentos mal masticados al intestino puede causar síntomas como sudoración, diarrea, palpitaciones y mareos.
  • Dificultad para identificar la saciedad: Masticar lentamente permite que el cerebro reciba señales de saciedad. Si se come rápido, es más probable ingerir más de lo necesario, lo que puede afectar la pérdida de peso esperada.
    Comer con conciencia
    La masticación consciente no sólo previene complicaciones físicas, sino que también fortalece la autonomía del paciente. Al prestar atención a cada bocado, se desarrolla una relación más saludable y respetuosa con la comida. Este enfoque promueve el autocuidado, la autorregulación y el bienestar emocional.Además, masticar bien mejora la absorción de nutrientes, reduce el riesgo de deficiencias vitamínicas y facilita la adaptación a la nueva anatomía digestiva. Es una herramienta poderosa que, aunque invisible, tiene un impacto profundo en el éxito del tratamiento bariátrico.
    El éxito bariátrico no está solo en el bisturí, sino también en cada bocado que se mastica con atención, responsabilidad y conciencia. La masticación es, sin duda, una de las claves menos visibles, pero más importantes en el camino hacia una mejor salud.

Enseñar a masticar no es detalle menor
Enseñar a masticar no es un detalle menor, sino una estrategia clínica esencial. Como profesionales de la salud, debemos empoderar al paciente con herramientas prácticas que le permitan transitar este proceso con seguridad, autonomía y bienestar.

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