Por Fredery Burgos Sánchez*
Los principales actores globales entre lo que están EE.UU., China, Rusia, Reino Unido, Corea del Norte, Japón e Irán, entre otras naciones y sus líderes; estos mantienen enfrentamientos directos e indirectamente en diversos países del mundo, de manera verbal y hasta con acciones militares en países como Siria, Yemen, Irak, El Líbano y Venezuela. Además las crecientes tensiones con relación a Taiwán y Ucrania mantienen en vilo a los organismos internacionales.
Desde hace diez años aproximadamente se vienen enfrentando en Siria, aunque al inicio todo comenzó como una lucha anti terrorista contra el ISIS (Estado Islámico), y otros grupos como el Frente Al-Nusra, este último asociado a Al-Qaeda. Estos fueron enfrentados por parte del gobierno sirio. Este conflicto se ha incrementado, pero además hemos visto la intervención de otras naciones como Estados Unidos, Turquía e Israel, que buscan derrocar al presidente Bashar al-Ásad; unque no solo han intervenido las naciones mencionadas, sino también Rusia que ha venido brindando apoyo logístico y militar al gobierno de al-Ásad, como parte importante de su geopolítica.
En el caso de Yemen, que lleva siete años de agresión militar, hemos visto la coalición internacional liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), Reino Unido y Francia; donde también están involucrado los EE.UU., quienes financian terroristas de Al-Qaeda, en busca de derrocar a la resistencia de Ansarolá (hutíes), que son apoyado por Irán.
Otro conflicto existe es el caso de China con Taiwán, que, aunque no ha existido una agresión militar directamente, pero si China mantiene un asedio de Guerra Híbrida contra la península de Taiwán. Esta situación entre estas dos naciones ha creado una especie de tensión geopolítica por los actores influyentes de los países vecinos, pero además el gigante asiático mantiene diferencias con otros territorios como son Japón, Australia, India y por último EE.UU., quién es el principal aliado de Taiwán en esta pugna.
Siguen las tensiones geopolíticas, donde Rusia y Ucrania son el centro de atención en este momento debido a las luchas constantes que desde 2014 se vienen dando contra los separatistas prorrusos en la región del Donbás apoyados por Rusia. Esto ha generado que
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), despliegue fuerzas y equipos militares cerca de las fronteras rusas, por su parte el gobierno Ruso también ha desplegado miles de soldados y equipos militares de última generación para proteger su soberanía como lo ha expresado el ministro de defensa ruso y el mismo presidente Vladimir Putin.
Las tensiones geopolíticas también se viven en Latinoamérica como es el caso de Venezuela, donde EE.UU., gasta millones de dólares en busca de derrocar al presidente Nicolás Maduro, utilizando al gobierno de Iván Duque, para financiar operaciones militares pagadas a mercenarios, pero además asfixiando la economía de esta nación imponiéndole bloqueos económicos y financieros. Muy a pesar de esas agresiones el gobierno venezolano continúa resistiendo estas criminales políticas; que le han causado cuantiosas pérdidas millonarias al Estado, como también con el robo de su reserva de oro en Londres.
Todo parece indicar que desde ya se está viviendo un experimento, donde sigilosamente las potencias se enfrentan en otros territorios que sirven como laboratorio de la Tercera Guerra Mundial, así definir cuáles países se agrupan para un eventual conflicto bélico a gran escala entre las naciones mas poderosas como también ocurrió en la Segunda Guerra Mundial.
Esto indica que a pesar de la situación generada por la pandemia del Covid-19, los conflictos geopolíticos no cesan, porque al parecer las naciones mas poderosas quieren no sólo tener la supremacía ante los demás, sino también que estos diferendos les garanticen las ventas de armamentos militares a las grandes empresas armamentistas. Esta situación global si nos detenemos un poco a pensar y observar, que todos los conflictos geopolíticos giran alrededor de EE.UU. de una manera directa o indirectamente.
La invasión estadounidense a Irak, en el 2003, por la supuesta armas de destrucción masivas o biológicas que supuestamente tenía el gobierno del entonces presidente Sadam Husein, lo que tuvo como consecuencia fue una invasión injustificada, ya que nunca se encontró ni pudieron desmontar ningún tipo de armas de esas mencionadas, de las cuales se le acusaba a Sadam luego del supuesto atentado terrorista perpetrado el 11 de septiembre del 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, digo supuesto, porque existen muchas interrogantes de lo ocurrido ese día, donde perdieron la vida cientos de inocentes a causas de esta tragedia.
Un conflicto que ha generó mucha tensión ha sido el del Estrecho de Ormuz ubicado entre el Golfo de Omán e Irán, donde Irán y EE.UU., se han visto enfrentado por controlar esta vía marítima, ya que por esa zona se destina gran parte del petróleo que va hacia Emiratos Árabes Unidos (EAU), con los fines de comercializarlos a otros países y otros continentes. Sin embargo, la presencia iraní en esta área es muy notoria, debemos recordar la explosión de dos buques petroleros, donde EE.UU. señalaba a Teherán de estar detrás de dichas explosiones en el estrecho de Ormuz, pero el gobierno iraní negó estas acusaciones realizadas en ese momento por el Ex Secretario de Estado, estadounidense Mike Pompeo.
El gobierno de los Estado Unidos de América, desde la administración Trump, endureció las políticas de sanciones contra Irán, además ha venido llevando a cabo una Guerra no- convencional, muestra de eso fue el asesinato del comandante iraní de la Fuerza Quds, el general Qasem Soleimani, el 3 de enero de 2020, con un ataque de precisión relámpago cerca del aeropuerto de Bagdad, en Irak. Esto crimen generó una reñida respuesta de represalia por parte del Teherán, al realizar ataques con misiles sobre dos bases militares que albergan tropas de Estados Unidos en Irak.
Otra agresión perpetrada contra Irán fue el asesinato del científico Mohsen Fakhrizadeh, el 27 de noviembre del 2020, el cual han responsabilizado al Mossad, que es la agencia de inteligencia de Israel. Esta acción también es parte de los planes agresores no solo del gobierno israelí, sino también por parte de los EE.UU., para evitar el Teherán siga su plan nuclear y el enriquecimiento de uranio.
Desde la muerte del General Soleimani, se han realizados un sinnúmero de ataques con cohetes a la embajada de EE.UU y a las tropas estadounidenses apostados en bases militares en territorio iraquí, estos ataques han sido parte de la estrategia de las resistencia contra las posiciones de las fuerzas de EE.UU., con la finalidad de expulsarlo de este país, el gobierno estadounidense culpado a las milicias respaldadas por Irán que operan en Irak y Siria de dichos atentados.
A pesar de que las tensiones entre EE.UU. y Corea del Norte, bajaron de intensidad con la administración de Donald Trump, donde la diplomacia jugó un papel importante, aunque ahora con el gobierno de Joe Biden han subido los tonos, ya que nuevamente el gobierno de Kim Jong-un ha iniciado pruebas y lanzamientos de misiles al mar de Japón; lo que también preocupa a Corea del Sur, que según las autoridades norcoreanas, estos misiles pueden alcanzar el territorio estadounidense. Estos lanzamientos se dan después de la última ronda de sanciones impuestas por Washington al gobierno de Kim.
Hemos visto cómo las naciones más ricas y poderosas buscan la hegemonía ante los demás países, creando conflictos políticos y militares con tres objetivos fundamentales:
1- Adueñarse o expropiar los recursos naturales de una nación por medio a una invasión militar.
2- Para quitar presidentes o gobernantes que no son de su directriz política o ideológica.
3- Las imposiciones de bloqueos financieros y económicos, utilizando este método para asfixiar la estabilidad de una nación. Esto lo hemos podido observar a través de la geopolítica y sus principales actores, pero principalmente con Estados Unidos.
Desde los recursos naturales tales como el Agua, el Petróleo, el Gas, el Oro, el Coltan, el Litio, Uranio y las Tirras Raras. Estas últimas para el uso y desarrollo de la tecnología; además de las disputas territoriales que forman parte de las razones del porqué se derivan los mayores conflictos globales entre las grandes potencias y como se unifican para expropiar dichas reservas naturales o de territorios por medio de la vía del financiamiento a grupos irregulares como ISIS, Frente Al-Nusra, Al Qaeda, Compañías Contratistas (Mercenarios), entre otros, a través de distintas ONG como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), órgano principalmente utilizado para desestabilizar gobiernos cuando estos no son afines a sus políticas de imposición imperial.
El avances de la tecnología a través de la ciencia en la actualidad, tiene que ver mucho con la conquista y disputas por los recursos naturales de los suelos y subsuelo, con los fines de adquirirlos para desarrollar estos campos del conocimiento, que también es usado en la fabricación y el desarrollo armamentista; pero también en las construcciones de plantas nucleares por naciones que se encuentran directamente enfrentadas, ya que con esto buscan mantener un equilibrio de protección y defensa ante otras potencias.
Los conflictos en estos tiempos más que por asuntos ideológicos, son más por lo que tiene que ver con las riquezas naturales con las que cuentan las naciones y la importancia estratégicas de territorios, eso lo podemos ver en casos como el conflicto República Dominicana con Haití por asuntos políticos y territorial, el de Argentina con Gran Bretaña por las Islas Malvinas, Venezuela con Guayana por El Esequibo, China con Taiwán por la separación independentista de esta, Rusia con Crimea por asunto territorial estratégico, Palestina e Israel por territorio y por último la expropiación de terrenos mexicanos por parte de Estados Unidos, el 2 de febrero de 1848 bajo el acuerdo mejor conocido como: el Tratado de Guadalupe; donde EE.UU. tomó los territorios de Texas, Nuevo México y Alta California, entre otros casos que se han dado en diferentes latitudes del mundo a través de la historia y en la actualidad.
La actual situación existente en geopolítica, se ve como las grandes potencias se aglutinan o se forman en bloques políticos y económicos, ya sean regionales o globales, como, por ejemplo: MERCOSUR, TLC, T-MEC, Grupo de Lima, CELAC, G-7, G-20, BRICS, Unión Europea, Movimiento de Países No Alineados, entre otros; para enfrentar política o militarmente a otras naciones, con la finalidad de mantener el dominio ante sus rivales. En fin, hoy día gran parte de los conflictos geopolíticos son generados la lucha o conquista de recursos naturales, así como también territoriales, lo que trae como consecuencia que las principales naciones se enfrenten de manera directa o indirectamente en conflictos bélicos.
*Fredery Burgos Sánchez: El autor es Politólogo, egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Recinto San Francisco. Analista internacional, ensayista de temas locales, nacionales e internacionales.