
En una apología de las inversiones extranjeras al día de hoy en el país, particularmente en el sector de zonas francas, el ministro de Industria, Comercio y Mipymes destacó el importante rol que desempeña la educación de estos tiempos y la calidad del empleo derivada de ella.
Víctor —Ito— Bisonó hizo la observación al contrastar la zona franca de maquila de los años 60 en adelante con la de esta época, hecha de grandes, medianas y pequeñas inversiones, pero con procesos completos tecnificados y de calidad.
Este esquema reclama algo más que un obrero y es en este detalle cualitativo por el que entra la destreza del técnico calificado.
Con las afirmaciones y descripciones del alto funcionario a la vista, quien trató el tema en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, surge la pregunta sobre la educación superior en el país: ¿están los programas formativos a tono con esta realidad?
El Instituto Tecnológico de Las Américas, para referir un caso, entrega un tecnólogo calificado en dos años. A las universidades les toma cuatro años, en el mejor de los casos, para una licenciatura.
El ITLA no es el único instituto de alto nivel para la formación técnica, pero por ser uno de los más conocidos tiende a figurar como referente, junto con Infotep y el Politécnico Loyola.
Los planes educativos pueden jugar a favor de un mejor futuro si se les orienta hacia la satisfacción de las necesidades del presente, que por lo visto incluyen este tipo de educación.
Una buena dotación de jóvenes bien calificados pueden ser un atractivo para la deseada inversión extranjera, que no sólo necesita cercanía y conectividad, también gente calificada en condiciones de vérselas con algoritmos desafiantes en todos los órdenes.