La ficha técnica de una encuesta

La ficha técnica de una encuesta

La ficha técnica de una encuesta

La ficha técnica que acompaña cada encuesta por muestreo, cuyo análisis es el propósito de esta entrega, con mucho o poco nivel de detalle, debe resumir cómo se hizo la encuesta, vale decir: objetivo, población, cobertura, técnica de muestreo, error máximo permitido, nivel de confianza decidido, criterio de varianza para la muestra, tamaño de la muestra, técnica e instrumento de recolección de datos, preguntas más relevantes, tasa de rechazo y período de referencia.

El primer aspecto que debe contener la ficha técnica es el objetivo de la encuesta, para poner al lector en contexto; en segundo lugar, la población objeto de estudio y las posibles subpoblaciones para las que se requieren estimaciones desagregadas; en tercer lugar, la cobertura de la encuesta; en cuarto lugar, la técnica de muestreo empleada, probabilística o no probabilística.

Cuando se usan técnicas probabilísticas hay que indicar las formas de aleatorización. Estas técnicas requieren disponer de un marco de muestreo para la selección de la muestra, garantizando que cada elemento de la población tenga probabilidad conocida de selección.

No se puede hablar de encuesta probabilística si no se dispone de un marco de muestreo, si la técnica es no probabilística, el marco es irrelevante.

En quinto lugar, el error máximo a permitir en las estimaciones, un factor que decide el investigador, que hay que entenderlo como la discrepancia entre el valor de la estimación y el valor verdadero. Por ejemplo, en las encuestas preelectorales, cuando la distancia porcentual entre las intenciones de votos de dos candidatos no supera el margen de error, se dice que existe un empate técnico.

Cuando se publican hallazgos para subpoblaciones, hay que especificar el error correspondiente, que siempre será superior al de las estimaciones agregadas.

En sexto lugar, el nivel de confianza del estimador que decide el investigador, que representa la probabilidad de que el valor de la población que se desea conocer esté contenido en el intervalo de confianza construido para estimarlo; se trata de un aspecto muy técnico que hay que analizarlo en el contexto de la cantidad de combinaciones de muestras que se pueden obtener de una población.

Por ejemplo, cuando se trabaja con un nivel de confianza de 95 %, significa que, de cada 100 muestras aleatorias extraídas de una determinada población, 95 serán muestras buenas, vale decir, permitirán una correcta estimación del valor verdadero.

En séptimo lugar, el criterio de varianza escogido para calcular el tamaño de la muestra, que puede tomarse a partir de un estudio previo o simplemente asumir el criterio de varianza máxima.

En el muestreo para estimar proporciones, donde la varianza es PxQ, si la misma no se conoce o se quiere una muestra grande, se recomienda asumir que P=0.5 y Q=0.5, para una varianza máxima de 0.25; en octavo lugar, el tamaño de la muestra y los criterios de representatividad de la población; en noveno lugar, la técnica y el instrumento de recolección de los datos, que indican cómo se materializó la recolección, si se usó la entrevista presencial o telefónica u otra técnica, y si se usó el cuestionario u otro instrumento; en noveno lugar, las preguntas más relevantes de la investigación, que rara vez se publican, pero que es importante conocer, porque permiten determinar si los datos de dos o más encuestas son comparables; en décimo lugar, la tasa de rechazo de la encuesta, que es otro aspecto que no publican los investigadores, y que es importante conocer, ya que la reducción de la muestra por la vía del rechazo de la encuesta eleva el error de muestreo y puede afectar los criterios originales de representatividad de la muestra en grupos específicos; por último, el período de referencia de la encuesta, vale decir, la fecha de la recolección de los datos, que en las encuestas de opinión no debería superar los tres días.

En definitiva, en el marco de las buenas prácticas en el diseño y publicación de encuestas por muestreo, la ficha técnica debe darle suficiente información al usuario de los datos, y a los lectores en general, ya que, además permitir una correcta interpretación de los hallazgos, es lo que permite evaluar la calidad de encuesta.

*Por Dionicio Hernandez Leonardo



El Día

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