La estabilidad, un activo superior

República Dominicana disfruta de una envidiable estabilidad social, política y económica, principal responsable del consistente crecimiento económico y la consecuente mejora de las condiciones materiales del dominicano.
Una de las principales razones de esas bondades es el robusto sistema de partidos políticos, que ha logrado aislarse de la decadencia experimentada en muchos países de la región y cuyas consecuencias negativas son innegables.
El sistema de partidos políticos en República Dominicana ha sabido restaurarse de manera orgánica, sin trauma y en cierta medida hasta de manera natural.
Hemos visto cómo organizaciones que en un momento fueron las más robustas, han languidecido y hasta desaparecido, siendo sustituidas por otras dentro del mismo sistema.
Eso le ha dado estabilidad a República Dominicana.
Después de la muerte del tirano Rafael Leonidas Trujillo surgieron organizaciones que dominaron el escenario político y que luego decayeron, pero para ser sustituidas por otras.
Casos como la desaparecida Unión Cívica o los hoy minoritarios partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y Reformista Social Cristiano (PRSC) demuestran que el sistema de partidos se sobrepone a las organizaciones individuales.
Hace apenas diez años no existían dos de los tres partidos que hoy dominan el escenario partidario nacional, como son el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y la Fuerza del Pueblo (FP), surgidos del propio sistema.
Pero la democracia siempre requiere cuidado, porque ayer, como hoy, existen fuerzas que apuestan al caos como forma de lograr lo que en la estabilidad les resulta imposible alcanzar.
La estabilidad política y social es el mayor activo de República Dominicana y, por tanto, su cuidado es el compromiso superior de los dominicanos.