
Las ocupaciones y preocupaciones por la calidad de la educación dominicana surgen de trecho en trecho en los ambientes de opinión, esta vez impulsadas por los hallazgos de un estudio realizado por una entidad de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
En esencia, se afirma que el sistema de pruebas lo pasan muchos estudiantes, pero con un bajo nivel de competencias.
Desde los centros de educación superior suelen producirse críticas de la formación básica. La más antigua y significativa de todas se encontraba en la Universidad Autónoma, que como una forma de poner a los futuros profesionales en condiciones de llevar adelante una formación profesional, ideó el Colegio Universitario, por el que debían pasar los bachilleres antes de ingresar en las facultades.
La mayoría de los estudiantes pobres iban a la Autónoma en busca de educación superior, muchos con un nivel de formación bastante completo por el hecho de proceder de provincias, en las cuales la vida familiar era llevadera a pesar de la pobreza.
Los hallazgos del estudio de la Madre y Maestra dejan ver una brecha importante entre los bachilleres promovidos por la escuela pública y los del sector privado, a favor de estos últimos.
Se puede entender que los promovidos de la escuela pública son pasados en los sistemas de prueba y esto ha vuelto a generar críticas contra las pruebas nacionales, que no estarían cumpliendo el propósito de llevar al bachiller a sintetizar lo aprendido.
Definitivamente, la opinión pública no está satisfecha con la calidad de la educación básica, pública o privada, y no deja pasar oportunidad para demostrarlo.
Con una formación básica firme el pueblo dominicano, vista su versatilidad, estaría realmente mejor equipado para afrontar los desafíos del presente.