La economía naranja, motor del desarrollo local

La economía naranja, motor del desarrollo local

La economía naranja, motor del desarrollo local

Víctor Feliz

El concepto de economía naranja se refiere a las actividades económicas que se desarrollan en torno a la creatividad, la cultura y el talento.

Esta economía se ha convertido en una fuente importante de empleo y crecimiento económico para muchos países. Para los gobiernos locales, la economía naranja ofrece una oportunidad única para impulsar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

El Banco Interamericano de Desarrollo, uno de sus grandes promotores, define a la economía naranja como el “…conjunto de actividades que de modo encadenado permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual”. El impacto social de estas actividades es realmente “brutal”.

Según estadísticas, estas acciones representan el 3,1% del PIB mundial y el 6,2% de todo el empleo, con proyecciones de que para el 2030 este sector representaría el 10% del mercado laboral.

Los gobiernos locales pueden fomentar la economía naranja mediante la creación de programas y políticas que apoyen a los empresarios y emprendedores creativos.

También pueden invertir en infraestructura cultural y en la promoción del turismo cultural para atraer a más visitantes a sus ciudades. Esta economía es importante para el desarrollo de las ciudades por varias razones.

En primer lugar, la economía naranja puede ayudar a diversificar la economía de una ciudad y reducir su dependencia de una sola industria. Esto puede hacer que la ciudad sea más resistente a las crisis económicas y más atractiva para los inversionistas.

En segundo lugar, la economía naranja puede generar empleo y estimular el crecimiento económico en una ciudad. Las actividades culturales y creativas pueden generar una gran cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos, y también pueden atraer a turistas y visitantes a la ciudad, lo que puede aumentar la demanda de otros servicios.

Como podemos ver la economía naranja puede ayudar a mejorar la calidad de vida en una urbe.

Las actividades culturales y creativas pueden hacer que una ciudad sea más atractiva para vivir y trabajar, y pueden mejorar la autoestima y el sentido de comunidad de los residentes.

Esta economía es importante, porque puede generar empleo y crecimiento económico en diversas industrias creativas, como la música, el cine, la moda, el diseño y las artes visuales.

La creatividad también puede ser un factor clave en la innovación y el emprendimiento ayudando a impulsar el desarrollo económico y el progreso social

La capital dominicana acoge la mayor cantidad de patrimonio cultural del país, además de poseer grandes edificaciones como salas de teatros, museos, espacios para el arte público, etc. con lo cual, con un plan coherente y con dedicación visionaria, encadenar al Distrito Nacional en la generación de riquezas y bienestar colectivo no es cosa imposible, sólo se necesita de lo más importante: voluntad política y amor por la ciudad.

En el Plan Estratégico del Distrito Nacional que presentó la actual gestión, dentro de sus objetivos fundamentales en el lineamiento 1 sobre Ciudad Cívica, incluye la economía naranja como forma de interconectar el bienestar y el desarrollo humano; esto nos hace entender que fue tomada en cuenta esta actividad económica para el progreso de la ciudad capital, sin embargo, no se han evidenciado resultados tangibles ni mucho menos indicadores de los cuales enorgullecerse.

Exhortamos a las autoridades de Santo Domingo de Guzmán retomar el rumbo en este sentido, pues la creatividad es un recurso valioso para la economía y puede ser una fuente importante de innovación, evolución y bienestar económico y social.

*Por Victor Feliz Solano