Nueva York.-Transcurridos dos años desde que Suiza se viera afectada por la apreciación del franco, la moneda sigue siendo un desafío para el país.
Aunque la medida en 2015 no causó una recesión, la economía suiza sigue cargando con las consecuencias: un tipo de cambio que el banco central aún describe como “significativamente sobrevalorado”.
Datos conocidos la semana pasada afirmaron esta descripción al revelar que las exportaciones registraron su resultado trimestral más débil en casi dos años a finales de 2016 y que la inversión se contrajo.
“Engullimos el franco fuerte, pero es posible que aún no lo hayamos digerido del todo”, dijo a principios de esta semana Hans Hess, presidente de la asociación industrial de maquinarias, electricidad y metales Swissmem.
“Hay huellas claras en varios sectores, por supuesto en el de exportación.”
La economía registró un crecimiento de apenas 0,1 por ciento en el cuarto trimestre, después de un ritmo igualmente débil en el tercero y por debajo del 0,4 por ciento de expansión pronosticado por los economistas encuestados por Bloomberg.
Una de las razones de este débil desempeño es probablemente el franco, que se apreció 1,8 por ciento frente al euro en los últimos tres meses de 2016.
Los inversores nerviosos respecto de una serie de riesgos, como las políticas de la administración Trump, el Brexit y las elecciones en Francia, lo fortalecieron aún más este año.
La moneda de reserva se apreció alrededor del 0,7 por ciento en 2017, a pesar de la tasa de depósito negativa del banco central y su promesa de intervención, lo que podría significar un impedimento para la expansión a futuro.
El franco registraba pocos cambios en 1,064.25 frente al euro en Zúrich.
Impulso en la eurozona
No obstante, un impulso más fuerte en la vecina eurozona puede ayudar a Suiza, donde los sectores fabril, minorista y turístico se han visto afectados negativamente desde que el Banco Nacional suizo bajó sorpresivamente su tope de 1,20 por euro para el franco a principios de 2015, lo cual redujo a la mitad el nivel de crecimiento de ese año.
El bloque de 19 naciones se encuentra quizá en su mejor momento en años, dado que la confianza económica y la prolongada anemia de la inflación mejoran y el desempleo –pese a seguir alto- comienza a disminuir. Es una buena noticia para Suiza, ya que la zona del euro es el principal destino para sus exportaciones.
“En el cuarto trimestre, la economía suiza claramente decepcionó, pero si miramos hacia adelante, el panorama es mejor para las exportaciones, tanto por los datos del sector manufacturero de Suiza como por el entorno internacional”, dijo Alessandro Bee, economista de UBS Group AG.