Uno de los beneficios más destacables de la cúrcuma es su alto contenido de antioxidantes que, al neutralizar los radicales libres, favorecen la salud cardíaca, así como el buen estado del sistema inmunológico
La cúrcuma es de la familia del jengibre, y crece principalmente en la India, China y África. Esta es rica en curcumina, un curcuminoide de color amarillo que tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a la cicatrización.
Asimismo, es muy baja en calorías y rica en vitaminas y minerales. Además, se cree que es un buen neuroprotector (según aseguran varias investigaciones) y cuenta con un alto nivel de antioxidantes.
Beneficios de la cúrcuma
Por un lado, esta especia podría ser muy beneficiosa para el tratamiento complementario de enfermedades tales como la artritis. Múltiples estudios afirman que su capacidad antiinflamatoria podría aliviar los dolores y la inflamación, pero es importante que no olvidemos hablarlo primero con el médico.
La cúrcuma también mantiene el sistema digestivo en buen estado, los niveles de colesterol normales y, por otra parte, ayuda a que el hígado funcione correctamente.
1. Propiedades antioxidantes
Gracias a los antioxidantes que contiene, ayuda a neutralizar los radicales libres y a ralentizar los signos de envejecimiento. También podría ser beneficioso para cuidar la salud cardiovascular, acorde a numerosos informes.
El contenido de los antioxidantes viene de unos compuestos activos, llamados curcuminoides, mucho más potentes que la vitamina E y C, y capaces de barrer los radicales libres.
Se cree que la cúrcuma podría influir en el desarrollo de enfermedades de salud mental como la ansiedad, pero los estudios realizados hasta ahora no aportan evidencias suficientes.
2. Propiedades antiinflamatorias
Para empezar, se necesita que sea de buena calidad, lo más pura posible, sin conservantes ni otras sustancias añadidas.
Recuerda que ante cualquier dolencia, lo primero que debes hacer es acudir al médico. Si este te lo permite, podrás llevar a cabo esta receta de forma complementaria a su tratamiento.
Aunque se pueden tomar unos 500 miligramos de extracto de cúrcuma por vía oral para reducir la inflamación, también la puedes aplicar localmente de la siguiente manera:
- Primero, coloca una cucharada de cúrcuma en un plato poco profundo.
- A continuación, añade una cucharadita de agua, hasta preparar una pasta con una consistencia similar al barro, de manera que se quede pegada a la piel, y no gotee.
- Luego, puede ser necesario que tengas que añadir más agua o más cúrcuma, dependiendo de la zona a tratar.
- Después, extiende una capa delgada de pasta de cúrcuma, aproximadamente 1 mm de espesor sobre la zona afectada.
- Cabe destacar que se puede utilizar para aliviar afecciones de la piel, esguinces o inflamación en las articulaciones, entre otras.
- Finalmente, coloca una gasa y deja que actúe toda la noche.
3. Propiedades digestivas y carminativas
A la cúrcuma se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, pero también digestivas y carminativas. De hecho, múltiples estudios avalan su capacidad para aliviar los síntomas de varias patologías gástricas, pero antes de integrarla con regularidad en la dieta, lo ideal es consultar primero con un especialista. Esto ayudará a evitar reacciones adversas.
Según la sabiduría popular, se puede consumir para aliviar el malestar estomacal de la siguiente manera.
- En primer lugar, calienta 1 taza de leche o yogur en el microondas.
- A continuación, añade una o dos cucharaditas de cúrcuma, removiendo bien, para que quede mezclado.
- Por último, bebe la mezcla para asentar el estómago.
Otras propiedades medicinales aún por conocer
Como hemos podido ver, la cúrcuma es una especia que puede incluirse en la alimentación -previa consulta médica- para potenciar el bienestar. Esto es porque se considera que, además de tener un valor en el ámito gastronómico, tiene potencial medicinal, concretamente en sus distintos compuestos activos, los cuales podrían ayudar a combatir la inflamación, los radicales libres y los agentes causantes de algunas enfermedades crónicas.
A pesar de que se han realizado numerosas investigaciones que han confirmado parte de los beneficios de la cúrcuma, es necesario seguir investigando para entender con mayor precisión cómo funcionan sus compuestos, su alcance, interacción con alimentos y fármacos, entre muchas otras cuestiones que son clave para salvaguardar el bienestar de toda persona. También es necesario seguir profundizando para comprobar si esta especia puede tener otras propiedades medicinales, como indica la sabiduría popular.
Hay que recordar que los alimentos milagrosos no existen como tal y que para cuidar la salud, lo primero que hay que hacer es seguir las indicaciones del médico, a la par que se mantienen buenos hábitos de vida.
Comer sano, dormir bien, hacer ejercicio regularmente, darle un espacio al ocio al aire libre y otros sencillos hábitos pueden sumar mucho a la hora de sentirnos bien.
Tomado de Mejor con Salud