La corrupción militar

La corrupción militar

La corrupción militar

Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no forman parte de una República aparte, por tanto deben someterse a los rigores de los controles administrativos como cualquier otra dependencia del Estado.

Sabemos que hay un capítulo relativo a la seguridad nacional que, por su propia naturaleza, no se maneja bajo el escrutinio público.

Pero hay otras áreas que son absolutamente administrativas y que deben someterse a todos los rigores de control administrativo.

Las nóminas oficiales, las construcciones, alimentos, incentivos y compas de equipos tienen que someterse a los rigores de las leyes de compras y contrataciones.

El caso “Coral” ha sacado a relucir una corrupción que luce sistémica en los cuerpos armados.

Es innegable lo mucho que han avanzado nuestras Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en su profesionalización, pero tienen pendientes la materia de la transparencia administrativa.

El caso “Coral” está basado en acciones que demuestran una carencia total de controles administrativos en los cuerpos armados.

El estamento militar no puede estar a la libre, puesto que los recursos que maneja provienen del bolsillo de los contribuyentes.

La corrupción militar también debe ser perseguida y castigada, igual como se exige que ocurra con los estamentos civiles.



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