Las facultades del Comité Nacional de Salario se limitan a establecer el mínimo que se le debe pagar a un trabajador por su trabajo.

En los últimos años se han producido sustanciales aumentos en el sueldo mínimo buscando compensar la inflación y adicionarle mayor capacidad de consumo al trabajador.

Ahora se ha producido un nuevo aumento al salario mínimo que totalizará un 19 por ciento en dos etapas, pero el efecto arrastre debe producirse lo antes posible en los demás salarios.

Ciertamente, se plantea que el aumento en los salarios mínimos empuja los otros salarios, el ritmo a veces suele ser muy lento.

El compromiso debe ser producir el aumento en cascada lo más rápido posible, casi a la par con el nuevo mínimo establecido.

En sociedades como las nuestras el salario es la forma más eficaz de distribuir las riquezas generadas por las empresas.

Con frecuencia se escucha decir que los aumentos generales de salario son inflacionarios porque se les cargan a los productos, pero no tiene que ser así.

En las industrias la carga salarial no es la de mayor impacto en los costos, aunque sea un factor importante.
La materia prima, la electricidad, la depreciación de maquinarias y factores como esos también inciden en los costos, por lo que si se hace un esfuerzo se puede mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores sin generar inflación desmedida.

Hay que hacer un esfuerzo para que mejoren todos los salarios.