Juan Soto
¿Eres una persona que madruga? Quizás rebosas de entusiasmo desde el momento en que te levantas y de una vez atacas el día. Felicidades.
Pero hay quienes necesitamos más tiempo – y quizás una tasa de café o hasta tres – para prepararnos para lo que viene. Al final, todo lo que hay que hacer se hará, una vez que salgamos de nuestro sueño profundo.
Lo mismo sucede en el terreno de béisbol. No todos los jugadores van a rendir al máximo al principio, pero con un poco de tiempo, un inicio lento puede convertirse en un largo período de prosperidad. Para estos nueve bateadores, los inicios flojos en el 2023 han pasado a ser un recuerdo. Están bien despiertos al bate, se han encendido y a los lanzadores más les vale estar prevenidos.
Lea también: Rafael Nadal no jugará en Roland Garros
Juan Soto, Padres
El lento comienzo de Soto este año, combinado con su decepcionante desempeño con San Diego en el 2022, generó todo tipo de artículos de opinión que preguntaban: ¿Qué le está pasando a Juan Soto?
Ahora tenemos una respuesta: Nada. Los últimos 17 juegos de Soto deben aplacar cualquier preocupación. El dominicano llegó al 27 de abril bateando .178 con un OPS de .684. Desde entonces, tiene una línea que va más de acuerdo con él: .354/.488/.646. Ha sido más agresivo al bate, atacando más pitcheos en la zona que durante las primeras semanas de la campaña. Y Soto suele hacer contacto fuerte. A la misma vez, su índice de ponches durante esta racha encendida (13.7%) es aproximadamente la mitad de lo que fue durante la mayor parte del mes de abril (25.9%).
Sin embargo, referirse a esto como una “racha encendida” quizás no sea apropiado. Antes de ser cambiado a los Padres el 2 de agosto, hubo cuatro años y medio de evidencia que indicaba que Soto era el mejor bateador de Grandes Ligas. Unos meses difíciles no iban a cambiar eso.
Ver esta publicación en Instagram
Luis Robert Jr., Medias Blancas
Es un poco prematuro entregar el honor de Jugador del Mes en la Liga Americana para mayo, pero Robert tiene una gran ventaja ahora mismo. Ningún jugador en ninguna de las dos ligas tiene un mayor promedio (.477), slugging (.459) ni wRC+ (283) este mes. El cubano intentó derrotar él solo a los Astros el pasado fin de semana, al volarse la cerca y conectar múltiples hits en cada uno de esos tres partidos.
Es un girado dramático comparado con abril, cuando Robert tuvo línea de .215/.254/.407 con un índice de ponches del 28.7%. Tuvo ocho macetazos de 76 batazos en el primer mes de la campaña. A mediado del segundo mes, ya lleva ocho macetazos – ningún jugador tiene más en lo que va del mes de mayo – en apenas 24 batazos.
Masataka Yoshida, Medias Rojas
Hubo cosas positivas en los primeros 13 juegos de Yoshida en Grandes Ligas, empezando por su gran disciplina al bate; negoció ocho bases por bolas y se ponchó apenas cinco veces en sus primeras 58 visitas al plato. Pero Yoshida no recibió el contrato más grande para un jugador de posición salido de Japón por su habilidad para negociar transferencias. Llegó a Boston para aportar trueno en la alineación de los Medias Rojas, luego de promediar más de 20 cuadrangulares por año en sus últimas cinco temporadas en el Béisbol Profesional Nipón.
Al terminar la jornada del 19 de abril, Yoshida tenía apenas un jonrón y dos extrabases. Pero últimamente ha sido el bateador de los Patirrojos que más ha rendido, con cinco vuelacercas, 13 extrabases y promedio de .370 en 92 turnos al bate.
Javier Báez, Tigres
Báez llegó al 12 de abril con el peor wRC+ de cualquier bateador calificado en Grandes Ligas. Y las cosas de alguna manera empeoraron cuando los Tigres lo dejaron en la banca al día siguiente, después de que cometiera un error mental corriendo las bases.
¿Habrá sido un llamado de atención para el talentoso campocorto? Al parecer, sí. Inmediatamente después del incidente, el boricua bateó de hit en nueve partidos consecutivos. En 25 juegos después de su pifia, ha aumentado su promedio por 132 puntos y su OPS por 346 puntos. En ese tramo también ha remolcado 18 carreras y solamente se ha ponchado 20 veces.
Báez aún les hace swing a pitcheos fuera de la zona con frecuencia, pero gracias al aumento enorme en sus índices de contacto, su porcentaje de ponches – que estuvo en el 26to percentil o peor en cada temporada del 2016 al 2022 – ahora está en el 8vo percentil.
Salvador Pérez, Reales
El venezolano Pérez ha tenido problemas de visión borrosa en los últimos años, y una recurrencia le obligó a sentarse para dos juegos la semana pasada. Pero eso no interrumpió su gran mes cuando regresó a la alineación el sábado y mandó una pelota a 433 pies en su primer turno.
Después de botarla dos veces en sus primeros 13 juegos, Pérez ha jonroneado en siete ocasiones desde el 15 de abril y registró una línea de .314/.362/.591 en ese tramo de 27 desafíos. Con problemas de la vista o sin ellos, ha estado dándole a la cara a la pelota a lo largo de mayo, lo que le ha llevado a una tasa de batazos duros al 71,4%, la mejor en MLB este mes. El 7 de mayo, Pérez bateó una bola rápida que iba 99.9 mph y la envió a 462 pies para su jonrón más largo durante la Era Statcast (desde 2015).
Ozzie Albies, Bravos
El mismo día en que Pérez comenzó a prender los motores, Albies pegó tres hits y empujó cuatro carreras en Kansas City. Eso marcó el final de su mala racha de principios de campaña, que incluía un promedio de .214 y un OPS de .559 en los primeros 14 encuentros. Desde entonces, Albies lidera a todos los bateadores en extra bases (18) y está empatado en lo más alto de la tabla de cuadrangulares con ocho.
El pequeño Albies va ahora camino de los 40 vuelacercas.
Anthony Santander, Orioles
Los Orioles han sido uno de los mejores equipos de Grandes Ligas, a pesar de que su líder de jonrones del 2022 no ha demostrado mucho poder durante la mayor parte del 2023. Pero el venezolano Santander ha mejorado en las últimas semanas, disparando cinco cuadrangulares con un promedio de .329 y un OPS de 1.004 desde el 27 de abril. Sus números en esas respectivas categorías en sus primeros 25 partidos: Uno, .205, .599. Después de que el toletero ambidiestro tuviera cuatro juegos de dos hits o más durante el primer mes de la temporada, abrió mayo con una cadena de seis partidos consecutivos de ese tipo, la racha más larga para un miembro de los Orioles desde el 2020.
Viniendo de una campaña de 33 jonrones, Santander tiene un wRC+ de 193 en sus últimos 16 encuentros. Los Orioles necesitarán que su bate siga siendo letal mientras intentan mantener el ritmo de los Rays en la implacable División Este de la Liga Americana.
Josh Bell, Guardianes
Bell no es ajeno a comenzar lento. Aunque el 2022 fue una excepción, su producción suele ser modesta en marzo y abril. Tiene 18 cuadrangulares en 509 turnos al bate y su OPS de .762 durante esos primeros meses es sólo mejor que sus totales combinados en septiembre y octubre. Dicho esto, su inicio en el 2023 fue especialmente gélido: De 38-3, cero extrabases y 13 ponches.
Sin embargo, a pesar de que la ofensiva de Cleveland aún no ha encontrado su ritmo, Bell ha puesto de su parte en sus últimos 27 partidos, registrando una saludable línea de .280/.385/.462 con 11 extrabases, el tope en el club. Su wRC+ de 139 durante este período supera fácilmente el 111 del dominicano José Ramírez, que es el segundo mejor del club en esa categoría.
Bell es un bateador extremadamente irregular, pero su tasa élite de bases por bolas del 15,2% debe de ayudarlo a evitar que llegue a un abismo estadístico como el que atravesó a principios de abril.
Christian Walker, D-backs
Corbin Carroll y el dominicano Lourdes Gurriel Jr. tienen argumentos de peso para ocupar el último puesto de esta lista, pero le daremos el protagonismo a un compañero de equipo que tiene el tercer mejor porcentaje de bateo de las Mayores (.635) desde el 16 de abril. Ningún jugador supera los ocho jonrones de Walker en el último mes, y seis de ellos se produjeron en un período de ocho partidos que terminó el 8 de mayo, cuando Walker mandó una bola a 459 pies. Ese bambinazo a 114.3 millas por hora es su segundo más duro de la Era de Statcast, y Walker va camino de otra temporada con más de 30 jonrones. Los primeros 14 partidos de su campaña, en los cuales puso una línea de .173/.211/.308, son ahora una mera nota a pie de página.
