
Es una expresión por todos conocida "nadie es profeta en su tierra" la que se extrae de la Biblia, específicamente de los Evangelios de Lucas (4:24) y Juan (4:44). En ambos pasajes, se relata cómo Jesús, al regresar a su pueblo natal de Nazaret, encuentra incredulidad y falta de aceptación por parte de sus paisanos, quienes conocían su origen humilde. Tal situación le aplica íntegramente al profesor eminente Joseph Stiglitz, incomprendido en los Estados Unidos su país.
“En Washington lo tratan como un analista más y no siempre bienvenido” No se le respeta, aunque fuera de su país su situación cambia diametralmente, se le distingue y lo consideran un oráculo. A él no le sorprende su anti popularidad por estar defendiendo al ciudadano común y no a las elites financieras.
Su nobel lo ganó por estudio de los casos en que una parte de las operaciones financieras no cuenta con suficiente información que otras, lo que suele conducir a resultados injustos. Esto es el pan nuestro de cada día basta con visitar cualquier entidad financiera en República Dominicana.
Fue llamado a pertenecer al poderoso Consejo de Asesores Económicos (CAE) del Presidente Clinton y después como Economista jefe del Banco Mundial desde 1997 hasta el año 2000. En esa posición continuó enfrentándose a los abogados y bancos de inversión y a las potencias económicas. A veces me pregunto ¿por qué aquí el presidente de la república no tiene un consejo de asesores económicos?
Desde joven ganó fama como de formidable polemista y expositor según sus biógrafos. Cambió sus estudios de física por economía. Estudió en MIT (el Instituto Tecnológico de Massachusetts). Desde sus primeros trabajos se solidarizaba con los países económicamente desfavorecidos que todavía hoy mantiene su postura “es fuente de protesta contra los subsidios agrícolas de los países ricos a sus granjeros ricos y que produce la quiebra de los agricultores pobres de otros países.”
Sitiglitz desplegó en los años70 en el MIT una gran labor académica y en 1979 obtuvo la medalla John Bates Clark (se le considera un seguro nobel en economía y se le otorga al economista menor de 40 años más influyente en los Estados Unidos).
El tema preferido y común de sus trabajos es “la dificultad de que el mercado de que el mercado funcione debidamente ya que cuesta obtener información o cuando las partes de una operación no están informadas por igual”. Es bueno detenernos en este punto y reflexionar ¿Cuántas veces usted va a un banco a obtener información sobre los productos de su cartera para obtener algún instrumento y no le dan información adecuada lo cual se traduce en problemas posteriores y pérdida de tiempo y dinero?
Desplegó su trabajo en otra área y mostró que las brechas de información también afectan el mercado laboral. Criticó el modelo clásico donde el salario es la palanca que elimina el desempleo al subir o bajar lo necesario para equilibrar la oferta y la demanda laboral, pero al igual que sucede en el mercado financiero, hay deficiencias de información.
Los empleadores desconocen el trabajador productivo vs el holgazán. Tienen que supervisarlo para ver quien trabaja duro, pero la vigilancia entraña costos en función del tiempo del empleador. De ahí que, para separar al trabajador productivo del otro, utilice el sueldo para incentivar ese trabajador y por tanto ofrezca un salario superior. Pagar más que la competencia significa que los buenos trabajadores se perjudican si lo despiden por eso tiene incentivos para trabajar duro. A su vez si este sueldo supera el nivel competitivo se utiliza para eliminar el desempleo.
En un trabajo hecho en 1984 conjunto con el profesor Carl Shapiro demostraron que el desempleo es necesario como “mecanismo disciplinario” para que los trabajadores dejen de ser productivos. Stiglitz, se preguntó qué tan bien puede funcionar el mercado de valores cuando es costoso obtener información sobre el mismo.
Finalmente, durante la crisis financiera de 1997-98, criticó públicamente los programas del FMI con los gobiernos de algunos países asiáticos argumentando que era contraproducente subir la tasa de interés para defender la moneda de esos países ya que las altas tasas reducen la confianza en la economía al aumentar las quiebras y el incumplimiento crediticio.
En 1999 tras dejar el Banco Mundial se retiró a la Universidad de Columbia y escribió el best seller “El Malestar de la globalización” en su narrativa recurría a un villano obvio: el FMI.
Ben Bernanke el nobel de 2022 dijo en julio 2007 que la obra de Stiglitz “brindó a los economistas las herramientas para reflexionar sobre el rol fundamental del mercado financiero en la economía real”.
Referencias:
Chait, Jonathan 1999, “Shoeless Joe Stiglitz”, The American Prospect 1 de julio.
Delong, Brad 2002, “IMF Chief Economist Ken Rogoff Unloads Both Barrels in the Direction of Joe Stiglitz”, Semi-Daily Journal, 2 de julio
Hirsch, Michael, 2009, “The Most Misunderstood Man in America” Newsweek, 27 de julio.
Rogoff, Kenneth, 2002, “Has Russia Been on the Right Path”, Vedomosti, 26 de Agosto.
El autor es economista