- Publicidad -

- Publicidad -

Jhoanna María Sánchez Alonzo, en tu memoria

Danilo Minaya Por Danilo Minaya
Danilo Minaya
📷 Danilo Minaya

A más de treinta días del quiebre de la estructura que provocó el duelo colectivo de toda una sociedad, aún duele recordar. Ese día, muchas vidas se apagaron de forma brutal, inesperada y a destiempo.

Hoy, hacemos una pausa para dedicar unos breves, pero sentidos párrafos a un ser humano que partió en medio de esa tragedia.

Jhoanna, mujer joven, trabajadora, afable, llena de vida y propósitos, quienes tuvimos la dicha de conocerte, podemos dar fe de tu integridad y de la humildad que albergabas en el corazón. Tu partida ha significado un golpe profundo.

Nada humano me es ajeno, pero hay momentos donde las palabras se vuelven insuficientes para expresar el dolor de perder a alguien querido. Cuando la rabia y la impotencia nos impiden siquiera llorar, recurrimos a la escritura para desahogar lo que el alma no puede callar; este es un gesto sencillo, pero necesario, para honrar tu memoria y los momentos, buenos y malos, que compartimos contigo.

Te fuiste de forma sorpresiva, jamás imaginé cuánto dolería; ese 8 de abril, la Ley de la Casualidad tejió una trampa cruel; justo ese día, justo a esa hora, justo en ese instante… justo por la alegría y el acompañamiento, que te llevó al fallecimiento. El hilo rojo del destino se rompió en el vértigo de abril, y con él, la esperanza de tantas personas.

“Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano está rodando por el suelo” (Miguel Hernández).

Con el corazón desgarrado, hacemos un llamado a reconocer el dolor que atraviesa a cada persona afectada por esta tragedia, las cicatrices que dejan tales eventos son profundas y perdurables, son voces de tristeza en cada rincón; son susurros de quienes anhelan un abrazo, una palabra de aliento de aquellos que ya no están. La ausencia se siente no solo en momentos de soledad, sino también en las celebraciones que ahora llevan consigo la sombra de lo que pudo haber sido.

La negligencia estructural se convirtió en condena, los apoyos no resistieron más el sobrepeso del deterioro progresivo, el colapso ha cobrado 235 vidas. Las sanciones, penales y civiles, aún no bastan para reparar el daño moral, físico y psicológico. La enseñanza está clara, no se puede descuidar la prevención del riesgo ni la supervisión de las estructuras que resguardan vidas.

De victimario a víctima, una entrevista pendiente con la justicia, porque no solo se perdieron vidas, se rompieron familias, se sembró el miedo, se dañaron cuerpos y almas. No se trata solo de compensar un daño, sino de reconocer y tomar medidas firmes para garantizar que tragedias como esta no vuelvan a ocurrir.

A Jhoanna, y a aquellos cuya luz se apagó demasiado pronto, les dedicamos estas letras, que sus recuerdos nos acompañen cada día y nos inciten a vivir con mayor intensidad, a amar con mayor profundidad y a valorar cada instante que la vida nos regala. No solo los recordamos, sino que los llevamos en el corazón, impulsándonos a construir un futuro donde se respete y se celebre la vida en todas sus formas.

“Quiero escarbar la tierra hasta encontrarte, y besarte la noble calavera, y desenmordazarte y regresarte.” (Miguel Hernández).

JMSA, siempre estarás en nuestra memoria. Te extrañamos, y no dejaremos de recordarte.

Etiquetas

Artículos Relacionados

Lo sentimos, ningun texto coincide con tu Criteria.