El Cairo.-El líder del ejército egipcio advirtió ayer que sus fuerzas no permitirán más actos de violencia después de la muerte de cientos de personas durante varios días de inestabilidad política, al tiempo que pidió la inclusión política de los partidarios islamistas del derrocado presidente Mohamed Morsi.
El ministro de Defensa, el general Abdel-Fatá el-Sisi y quien encabezó el golpe de Estado del 3 de julio que derrocó al presidente Morsi, reiteró que el ejército no tiene la intención de tomar el poder del país más poblado del mundo árabe.
Tan sólo el sábado, los enfrentamientos entre la policía y partidarios del derrocado presidente de Egipto dejaron 79 muertos, informó ayer el gobierno interino.
En tanto, la policía egipcia mató ayer a 36 prisioneros islamistas que intentaban fugarse con ayuda de cómplices, informó la agencia de noticias oficial Mena.
Los prisioneros islamistas murieron cuando estaban siendo trasladados a una cárcel en las afueras de la capital, asfixiados por gases lacrimógenos de la policía durante un intento de fuga, anunció el ministerio del interior egipcio. Con la nueva cifra del gobierno, el número total de muertos en cuatro días de violencia en el país ascendió a 924.
Los enfrentamientos comenzaron el miércoles, cuando las fuerzas de seguridad respaldadas por vehículos blindados, aplanadoras y francotiradores desmantelaron dos campamentos de partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi en El Cairo.
La batalla callejera duró unas 12 horas pero desató la violencia en todo el país durante varios días.
El-Sisi hizo así sus primeras declaraciones públicas desde la mortífera ofensiva del miércoles contra los campamentos.
No vamos a quedarnos en silencio observando la destrucción del país y la gente, o la quema de la nación y el amedrentamiento de los ciudadanos, dijo en declaraciones citadas por la televisora estatal y publicadas en la página oficial del ejército en Facebook.
El general dijo que los militares no buscar el poder, sino que tienen el honor de proteger la voluntad del pueblo, que es mucho más importante que gobernar Egipto.
En tanto, cerca de 10,000 personas se manifestaron ayer en la capital marroquí, Rabat, para denunciar la represión armada egipcia y pidieron la expulsión del embajador de Egipto.
La muchedumbre, integrada mayoritariamente por hombres, desfiló tranquilamente durante dos horas en el centro de la capital.