La confianza de Trevor Lawrence nunca flaqueó. No después de la primera intercepción. O el segundo. O el tercero. O incluso el cuarto.

El mariscal de campo generacional simplemente entregó un regreso generacional.

La selección general número 1 en el draft de 2021 siguió a cuatro intercepciones con cuatro pases de touchdown, uno de los cambios más improbables en la historia de la postemporada de la NFL, y llevó a los Jacksonville Jaguars a una victoria de 31-30 sobre Los Angeles Chargers el sábado por la noche.

Lawrence diseñó la serie ganadora, destacada por la carrera de 25 yardas de Travis Etienne en una jugada de cuarta y 1, y puso a los Jaguars en posición para el gol de campo de 36 yardas de Riley Patterson en la última jugada. Coronó una remontada de 27 puntos, la más grande en la historia de la franquicia y la tercera más grande en la historia de los playoffs.

“No podrías escribir un guión más loco”, dijo Lawrence. “Dijimos en el vestuario que así es como va nuestra temporada. Nunca estamos fuera de la lucha. … Estoy un poco sin palabras, honestamente, solo para ver lo que puede hacer la creencia y ver cuando un equipo cree en los demás lo que puede lograr «.

La patada de Patterson apenas se quedó dentro del montante derecho y desencadenó una celebración estridente para una franquicia que había ganado cuatro juegos combinados en los dos años anteriores. Los Jaguars (10-8) ganaron su sexto juego consecutivo y el quinto consecutivo en casa, los cinco de manera remontada.

Sin embargo, nadie podría haberlo visto venir. Tal vez ni siquiera Lawrence. Pero fue la mano firme a cargo después de una debacle de la primera mitad. Terminó con 28 de 47 pases para 288 yardas, una sorpresa considerando la forma en que comenzó.

Lawrence fue francamente terrible para comenzar el primer juego de playoffs de Jacksonville desde que perdió en el juego por el título de la AFC de 2017. Se convirtió en el tercer mariscal de campo en la era del Super Bowl en lanzar cuatro intercepciones en la primera mitad de un juego de playoffs, uniéndose a Gary Danielson de Detroit y Craig Morton de Denver.

Pero se recuperó tan bien como cualquiera en la historia de la NFL. El regreso de Jacksonville queda en la historia de la postemporada detrás del rally de Buffalo el 3 de enero de 1993 (32 puntos contra Houston) y el de Indianápolis el 4 de enero de 2014 (28 puntos contra Kansas City).

“No tuve elección”, dijo Lawrence. “Estos muchachos se han sacrificado demasiado por mí como para ser la razón por la que perdemos una oportunidad”.

Los Jaguars, que también perdieron el balón cuando un despeje golpeó el casco de Chris Claybrook, se convirtieron en el primer equipo en ganar un partido de playoffs con una diferencia de pérdidas de balón de menos cinco o peor. Los equipos con ese déficit de rotación habían tenido marca de 0-19 en la era del Super Bowl.

“Déjame decirte algo, hombre. Creo que por jugar fútbol americano, ver fútbol americano, sé que muchos mariscales de campo se habrían retirado en esa situación por la que pasó”, dijo el receptor de los Jaguars, Zay Jones. “Para él, tan sereno y sereno como estaba, mostró otro lado de lo que tenemos en este equipo. Quiero decir, ese tipo justo ahí, parado justo ahí, es un hombre especial”.

No llegó temprano. Lawrence falló en 12 de sus primeros 16 lanzamientos y comenzó a ser abucheado mucho antes del medio tiempo. Su confianza parecía arruinada. Su arrogancia parecía haberse ido. Todo el progreso que hizo en su primera temporada con el entrenador Doug Pederson parecía que se vería reflejado en la final del equipo.

Pero Lawrence nunca se dio por vencido. Se conectó con Evan Engram , Marvin Jones , Zay Jones y Christian Kirk para touchdowns que aumentaron cada vez más la confianza del equipo en su mariscal de campo y su regreso.

Lawrence agregó una de las jugadas más grandes cuando saltó para una conversión de 2 puntos con 5:25 por jugar que hizo el 30-28, y puso a los Jaguars en posición de ganar en lugar de empatar.

La defensa de Jacksonville respondió capturando a Justin Herbert y luego forzando un despeje. Lawrence tomó el relevo desde allí, con una asistencia significativa de Etienne, y la jugada audaz de Peterson.

“Me siento como el corredor, cuando llega a ese punto del juego, se supone que debes ser el cerrador”, dijo Etienne. “El entrenador creyó en mí en ese cuarto y 1, para darme el balón. Tenía que hacer que algo sucediera para mis compañeros de equipo”.