Irán descarta anular la elección presidencial

Irán descarta anular la elección presidencial

Irán descarta anular la elección presidencial

TEHERÁN, Italia.– La máxima autoridad electoral de Irán descartó el martes revisar los cuestionados resultados de la elección presidencial del 12 de junio y anunció que el nuevo presidente y su gobierno serían investidos entre el 26 de julio y el 19 de agosto.

«Afortunadamente, durante la reciente elección presidencial, no constatamos ningún fraude o infracción mayor. Por consiguiente, no hay posibilidad de anulación» de los comicios, declaró el portavoz del Consejo de Guardianes de la Constitución, Abas Alí Kadjodai, citado por la televisión por vía satélite en inglés Press TV, que depende de la televisión estatal iraní.

Desde hace diez días, decenas de miles de manifestantes liderados por el candidato Mir Hosein Musavi reclaman esta anulación, en protestas que dejaron al menos 17 muertos, un centenar de heridos y centenares de detenciones.

El organismo, que debe confirmar los resultados el miércoles, afirmó además que «ninguna de las demandas de los candidatos fue aceptada por el Consejo», según el diario gubernamental Iran.

El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, máxima autoridad del país, ya había afirmado el viernes pasado que el presidente Mahmud Ahmadinejad ganó los comicios con 24,5 millones de votos (casi 63%) y que la diferencia de 11 millones de votos con Musavi demostraba que no había habido fraude.

Musavi, así como el candidato reformista Mehdi Karubi y el candidato Mohsen Rezai, denunciaron irregularidades durante los comicios, y los dos primeros piden la anulación de la consulta.

Poco después del anuncio de la decisión del Consejo de Guardianes, la agencia oficial IRNA informó de que el presidente iraní y sus ministros jurarían sus cargos ante el Parlamento entre el 26 de julio y el 19 de agosto.

El informe se abstiene de mencionar al presidente Ahmadinejad.

Tras el anuncio de los resultados, los manifestantes empezaron a congregarse en las grandes plazas de Teherán para impugnar la reelección.

A pesar de la sangrienta represión por la policía y las milicias de los «basij», las protestas se convirtieron en multitudinarias.

El día más violento fue el sábado pasado, cuando al menos diez personas murieron. Los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite del régimen, advirtieron el lunes que responderían de manera «decisiva y revolucionaria» a las protestas.

Ese día murió la joven Neda, cuya agonía fue filmada y las imágenes subidas a Internet. Su rostro ensangrentado se convirtió en el ícono de las protestas.

A nivel diplomático, la situación seguía siendo tensa. Irán acusa a Londres y a Washington de ser los instigadores de las manifestaciones.

Una información circuló en Teherán este martes, rápidamente desmentida por una fuente de la cancillería iraní, acerca del llamado a consultas del embajador de Irán en Londres. Más tarde, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia anunció que había convocado al embajador de Irán en París para expresar su «fuerte preocupación» por los acontecimientos.

Gran Bretaña e Italia desaconsejaron a sus ciudadanos viajar a Irán. Londres repatriará además a los familiares del personal de su embajada en Teherán.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó el lunes a las autoridades iraníes a cesar los «arrestos, amenazas y el uso de la fuerza» contra los opositores y se dijo «consternado por la violencia» desatada tras los comicios.

La Casa Blanca afirmó que en Irán «no se ha hecho justicia», luego de que el presidente estadounidense, Barack Obama, instara al Gobierno iraní a evitar acciones «violentas e injustas» contra el pueblo. El canciller brasileño, Celso Amorim, dijo en declaraciones televisivas que «no le cabe a Brasil decir lo que Irán tiene que hacer».

«El país tiene su propio sistema. Bueno o malo, eso cabe al pueblo iraní juzgarlo, no cabe a Brasil tomar una posición», señaló.

El martes, un periodista griego que trabaja para el diario estadounidense The Washington Times fue detenido, informó la agencia de prensa Fars.

Desde hace una semana, las autoridades iraníes prohíben a la prensa extranjera cubrir con texto o imágenes todas las manifestaciones.



El Día

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