Damasco.-La ofensiva de las fuerzas sirias contra Alepo y la violencia ciega contra la población no contribuyen más que a cavar la tumba del régimen de Bashar Asad, según aseguró ayer el secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta.
Está bastante claro que Alepo supone un nuevo ejemplo trágico de la violencia ciega a la cual recurre el régimen de Asad contra su propio pueblo.
Al fin y al cabo, cava su propia tumba, declaró el responsable del Pentágono a bordo del avión militar que le lleva a Túnez, primera etapa de una gira que le llevará a Egipto, Israel y Jordania.
El presidente sirio desplegó sus tanques y helicópteros de combate para intentar aplastar a los rebeldes acantonados en varios barrios de la ciudad.
Violenta ofensiva
Desde la madrugada del sábado el ejército sirio lleva a cabo una violenta ofensiva sobre Alepo, segunda ciudad del país y capital económica, para aplastar a los insurgentes.
La batalla de Alepo se considera clave para el devenir de la revolución siria, tras 16 meses de revueltas.
Para el titular de Defensa estadounidense, Asad ha perdido toda legitimidad y cuando más se enroca en la violencia, más se asegura que el régimen llega a su fin. La cuestión no es saber si el régimen va a caer, sino cuándo.
A Estados Unidos le preocupa especialmente la seguridad de los almacenes de armas químicas y biológicas de Siria dijo Panetta.
Marcha de civiles
En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirmó ayer que 200,000 personas huyeron de la ciudad siria de Alepo (norte) en los últimos dos días, en momentos en que las fuerzas del presidente Bashar al Asad redoblan sus ataques.
La jefa de operaciones humanitarias de la ONU, Valérie Amos, dijo que un número indeterminado de personas se encuentra atrapada en la ciudad, e instó a permitir el ingreso seguro de grupos de ayuda humanitaria.
Pido a todos los que participan en los combates que no ataquen a civiles y que permitan a las organizaciones humanitarias acceder con seguridad a la población atrapada por el conflicto para poder llevar ayuda de primera necesidad, declaró Amos.
Es muy difícil para las agencias humanitarias llegar a las familias desplazadas por los combates.
