Uno de los grandes méritos de la actual gestión gubernamental ha sido respetar la independencia en su accionar del Ministerio Público, un paso imprescindible para el proceso de mejoramiento del sistema judicial dominicano.
Le corresponde a los miembros de ese Ministerio Público corresponder trabajando con responsabilidad y profesionalismo para ver si finalmente el país logra dotarse de una justicia sana e independiente.
Las disputas políticas han impedido que la independencia en el accionar sea garantizada con un candado constitucional, pero al menos ya el tema está sobre la conciencia nacional.
El buen uso de esa independencia se pone a prueba cada día bajo la lupa de quienes la respaldan y de quienes la adversan.
En los últimos dos años el país se ha visto sorprendido por una serie de casos de corrupción investigados y procesados por el Ministerio Público, pero también ha ocurrido lo propio con casos del crimen organizado.
La tarea no es ni será fácil, ni se logrará de la noche a la mañana, pero mientras tanto se debe proteger esa conquista, que hay que reconocer ha sido un predicamento del presidente de la República desde antes de asumir la Primera Magistratura.