Impotencia sexual femenina

La palabra impotencia proviene del vocablo latino impotentia, que significa incapacidad o falta de poder para realizar algo.
Por ejemplo la Inmpotencia coundi es la incapacidad de tener coito por la razón que sea, la Impotencia generandi es la incapacidad de procrear.
La impotencia femenina incluye las disfunciones sexuales femeninas, como son: la anorgasmia, que es la incapacidad para conseguir orgasmos; la dispareunia, que es el dolor a la penetración que impide la relación coital, y el vaginismo, que es la contracción involuntaria de los músculos alrededor de la vagina, lo cual impide también la penetración y por lo tanto el coito.
Existen causas físicas, psicológicas y ambientales que pueden producir la impotencia sexual femenina.
Los efectos de las enfermedades agudas o crónicas, hipertensión arterial, diabetes, algunos cambios endocrinológicos que pueden trastornar los niveles hormonales y afectar el desarrollo de la actividad sexual en la mujer, el embarazo, el parto, el climaterio, medicamentos y drogas que producen alteración de los nervios que regulan la respuesta sexual en la mujer.
Hay casos de debilidad en los músculos alrededor de la vagina o fibrosis de ellos y también el desuso, que pueden contribuir a una incapacidad para conseguir el orgasmo.
Importante se considera el estrés, la depresión, los altos niveles de ansiedad y los conflictos con la pareja, una educación muy reprimida y represiva en el aspecto de la sexualidad, temores, miedos, abusos sexuales en la infancia y adolescencia, violaciones. Estas condiciones pueden producir la impotencia sexual femenina.
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