Iglesia Católica en San Juan se opone a la explotación minera

Iglesia Católica en San Juan se opone a la explotación minera

Iglesia Católica en San Juan se opone a la explotación minera

San Juan de la Maguana.- El padre Santo Cabral Luciano,  expresó su rechazo a la explotación de la Mina Romero en la sección Romero, del distrito municipal Sabaneta, municipio San Juan de la Maguana.

Al leer el manifiesto de las organizaciones sociales de San Juan que se oponen a la explotación de la Mina Romero, en representación de la Iglesia Católica, el sacerdote dijo que en el Valle de San Juan, la llanura de Azua y la Región Enriquillo están viviendo momentos de intranquilidad, tormento y desasosiego, ante los planes de una minera extranjera, en contubernio con el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, de producir el mayor crimen ecológico de las Antillas.

“Pretender explotar los depósitos metálicos del Proyecto El Romero constituye un atentado a la Cordillera Central, madre de las aguas, con la que se sostiene la vida de más de 800 mil personas en esta región, así como dañar sensiblemente la producción agrícola del segundo valle más extenso de la isla y mayor productor de granos y alimentos diversos”, expresó el sacerdote.

El representante de la Iglesia Católica agregó que la minera Goldquest está falseando la realidad y pretende confundir a la sociedad sanjuanera de que no va a utilizar agua del río San Juan, sino agua de lluvia, que generarán más empleos que la agricultura, que llevarán riqueza a San Juan y que la agricultura es compatible con la minería. Un fardo de mentira, sentenció.

Este plan minero significa atentar contra la cuenca alta del principal río de la región El Valle: el Río San Juan, así como de la Presa de Sabaneta, del Canal José Joaquín Puello y el canal San Juan.

Igualmente, dañaría los acueductos de los principales distritos y municipios de la provincia. El daño se ampliará al Río Yaque del Sur, por ser el Río San Juan tributario de sus aguas. Idéntico impacto tendrá la Presa de Monte Grande en proceso de construcción, y toda la Región Enriquillo, dijo el sacerdote en el documento leído durante la manifestación de protesta en contra de la minera.

La pretendida explotación minera, atentatoria contra el Río San Juan, colisiona con la Constitución de la República, en su artículo 15, que establece que: “El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida. El consumo humano del agua tiene prioridad sobre cualquier otro uso. El Estado promoverá la elaboración e implementación de políticas efectivas para la protección de los recursos hídricos de la Nación”.

De igual forma, choca con el párrafo de ese artículo constitucional que prescribe que: “Las cuencas altas de los ríos y las zonas de biodiversidad endémica, nativa y migratoria, son objeto de protección especial por parte de los poderes públicos para garantizar su gestión y preservación como bienes fundamentales de la Nación”.

“Alertamos sobre los planes tenebrosos de la transnacional Golquest de extraer estas reservas de oro en el paraje Hondo Valle de la provincia de San Juan, porque esta explotación minera será la tragedia ecológica más desmedida que pueda ocurrir en el país, por tratarse de toda la Cordillera Central, donde nacen los principales ríos del Norte y del Sur.

El Valle de San Juan y el Sur (Barahona, Azua, Bahoruco e Independencia), en su diversidad agrícola, generan más empleos y más riquezas que las ganancias que produciría la empresa minera para el Estado y toda la región. Y lo peor, las fuentes de agua serán afectadas en un noventa por ciento, quedando el Valle como un desierto inhabitable y con poca o ninguna producción”.

Un sistema de explotación subterráneo es también dañino y destructor del ecosistema interno de las montañas y las fuentes de agua de la superficie. Las explosiones y detonaciones subterráneas provocaran erosión de toneladas de sedimentos que llegará contaminado con químicos y metales pesados (plomo, cobre y zinc) a los ríos y a las presas, continuó diciendo el sacerdote.

“La sociedad sanjuanera y sus organizaciones más representativas, sellamos nuestra determinación de romper las pretensiones de esta minera extranjera y su aliado del Ministerio de Energía y Minas de dañar nuestro hábitat y las fuentes de vida de esta región”, expresó categóricamente.

Se recuerda que en febrero de 2018, Monseñor José Dolores Grullón Estrella, participó de manera activa en los actos y manifestaciones en contra de la explotación del Proyecto Romero, y advirtió en distintas intervenciones y cartas enviadas a los periódicos nacionales que “ el oro de San Juan es su agricultura y que la explotación de la mina no supone el desarrollo humano ni económico de la provincia de San Juan de la Maguana”.



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