Para apreciar el torbellino que desencadenó el derrumbe del peso mexicano basta con observar la situación de la mayor compañía constructora del país.

Empresas ICA dijo el miércoles que su apalancamiento trepó casi al nivel más alto en dos años en el segundo trimestre a pesar de que la constructora redujo 1,300 millones (US$80,7 millones) de deuda.

Para una compañía que tiene un 85 por ciento de los contratos en pesos, la caída de la moneda aumenta el costo de las obligaciones externas, las cuales constituyen casi la mitad del total de su deuda.

La caída de ICA en el mercado de bonos se profundiza al verse afectada por recortes del gasto gubernamental en infraestructura, la principal fuente de ingresos de la compañía. Los US$700 millones de bonos de la constructora con vencimiento en 2024 han bajado al menor nivel desde que se vendieron en mayo del año pasado.

“Pagaron deuda, pero eso se perdió en el desplazamiento de la paridad cambiaria”, dijo por teléfono desde Chicago Carlos Legaspy, que tiene bonos de ICA entre los US$196 millones que administra en InSight Securities Inc. “Sabía que no sería un buen trimestre, pero no esperaba que fuera tan malo”.

La declinación del peso le costó US$21 millones en ese período.