
En la actualidad, donde el tiempo es el recurso más escaso, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un aliado clave para estudiantes y profesionales.
Su uso, que creció un 24 % en 2024 según ManpowerGroup, permite optimizar agendas, resumir textos, generar ideas, crear presentaciones y adaptar el aprendizaje al ritmo de cada persona.
Más que reemplazar el esfuerzo humano, la IA libera carga, reduce el estrés y potencia la creatividad.
Estudios de Microsoft, Stanford y McKinsey confirman su impacto positivo en productividad y bienestar, demostrando que aprender a integrarla estratégicamente es hoy una competencia esencial.
En BIU University este enfoque se aplica a través de un modelo educativo flexible y tecnológico, que combina clases interactivas, proyectos colaborativos y simulaciones, preparando a los estudiantes para un entorno profesional cada vez más impulsado por la innovación y la inteligencia artificial.
En definitiva, afirman, la inteligencia artificial no reemplaza el talento ni el esfuerzo humano, sino que los potencia.
Su verdadero valor radica en ayudar a usar mejor el tiempo, liberar la mente de tareas repetitivas y enfocarnos en lo que realmente impulsa el crecimiento: la creatividad, el pensamiento crítico y la conexión humana. Adoptar la IA con propósito y educación es abrir la puerta a una nueva era de aprendizaje y productividad.