Una huelga laboral mantuvo paralizadas ayer las siete líneas del metro de Buenos Aires que transporta a más de un millón de pasajeros por día, en medio de una dura puja entre la alcaldía capitalina (derecha) y el gobierno federal por la administración del servicio.
A causa de la huelga en el metro por reclamos salariales, decenas de miles de automóviles colapsaron las vías de acceso a la capital argentina, mientras los pasajeros hacían colas interminables en las paradas de los autobuses para llegar a sus trabajos.
El sindicato del metro, que nuclea a unos 2.500 trabajadores, convocó a la protesta de 36 horas, que comenzó al mediodía del miércoles, en reclamo de mejoras salariales.