Teresa Rojas, como todos la conocen, es en particular un ejemplo de humildad, dedicación, pasión y entrega por sus ideales, principios y valores, mujer única y ser humana de gran valor de nuestra sociedad.
Es una mujer extraordinaria, de esas que deberíamos imitar, condecorar y buscar de sus consejos, pero sobretodo admirar su valentía, coraje y dignidad.
Teresa Rojas es sinónimo de admiración, mujer que guarda en sus recuerdos cómo luchó por nuestro país, cómo entregó su juventud por el sueño de una patria libre y cómo dedicó cada día de su vida a contribuir con lo que es el Partido de la Liberación Dominicana desde su fundación, sobreviviente del régimen Balaguerista aunque tuvo que sufrir por la muerte de sus dos hermanos asesinados, y aceptar la partida de su esposo hacia los Estados Unidos, porque era perseguido en los terribles 12 años y además pasar por la humillación de estar presa por cuatro días sin explicación, dejando a su hijo recién nacido sin amantar.
Desde sus inicios, siendo muy joven Teresa Rojas perteneció al Moviendo Popular Democrático (MPD) y luego pasó a fundar el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) junto a quien se convirtió en su inmortal líder, el profesor Juan Bosch.
Cuenta, además, con gran nostalgia cuando hacía de guardia en la casa nacional, la venta de los periódicos y las colectas para sostener el partido, entre otras historias las huelgas, como era perseguida por los policías y la Guerra de Abril, donde luchó contra las tropas norteamericanas por la soberanía nacional.
Pese a todo esto, mi heroína se mantiene en pie, dando todo por el todo y sigue trabajando por su familia, su partido y su país.
Si me preguntaran quienes son heroínas en República Dominicana, diría que hay un número casi incalculable de mujeres que han batallado cada día de sus vidas para sacar su familia adelante manteniendo una conducta intachable ante la sociedad.
En cada día de mi vida hay muchos momentos que disfruto, y entre ellos está visitar a la casa de mi heroína y tomarme un café con ella mientras me cuenta su historia; cada parte es fascinante y a la vez dolorosa entonces me digo a mi misma, heroínas, no solo las que han muerto.
Para escribir sobre la conducta de Teresa Rojas y su trayectoria necesito mucho espacio hasta aquí Un recuento por la vida de una heroína activa.
¡Honor a quien honor merece!