
Puerto Príncipe.- Junior Pierre conduce una mototaxi en Puerto Príncipe y, desde hace ya cuatro meses, se enfrenta a la falta de gasolina y al pago de precios desorbitados en el mercado negro. Él es un ejemplo de cómo los haitianos sobreviven a la escasez de combustible, la violencia de las bandas armadas y ahora también al cólera.
Tuvo que comprar un galón de carburante por 3.500 gourdes (unos 28 dólares por 4,5 litros) al quedarse sin gasolina en una zona sensible de la ciudad y confiesa a Efe que, ante esos precios, no tiene más remedio que subir sus tarifas.
“Tengo mujer e hijos, debo darles de comer y de beber”, dice este conductor, quien suele estar en el Carrefour de Gérald Bataille -a pocos kilómetros de la embajada de Estados Unidos- junto a su mototaxi, últimamente una de las principales formas de moverse en Puerto Príncipe dada la falta de otros medios de transporte.
SIN RASTRO DE COMBUSTIBLE
La falta de carburante en Haití afecta a todos los sectores- varios centros comerciales, empresas de servicios y hospitales han comunicado el cierre de sus puertas o han adoptado horarios restringidos, aunque prometen recuperar la normalidad cuando se resuelva el problema.

Etiquetas
EFE
EFE es la primera agencia de noticias en español y distribuye 3 millones de noticias al año en texto, fotografía, video, audio y multimedia.