Hacer sentir bien

Hacer sentir bien

Hacer sentir bien

Ana Blanco

Detrás de esa sonrisa que cada día ves en esa persona pueden esconderse muchas lágrimas. No puedes ser capaz de adivinar o saber las tormentas que están viviendo los demás, pero sí hay algo que puedes hacer: tratarlas bien. Parece algo obvio, pero en la práctica solemos olvidarlo inmersos en nuestras propias tormentas. Suelen decir que debes tratar a los demás como te gustaría que te traten a ti.

Estoy totalmente de acuerdo, no importa a quien tengas delante el buen trato debe primar ante todo. Y traigo esto a colación porque recientemente vi cómo maltrataban verbalmente a alguien que aguantó con una sonrisa pegada, pero cuando se dio la vuelta sus ojos me decían sufrimiento. Me acerqué, le hablé y me contó una situación personal que nadie sabía y que hacía que estuviera más sensible.

Quien le increpó pudo decírselo de otra manera y es a donde quiero llegar, aún cuando haya situaciones en las que haya que ser firme, no hace falta cruzar límites que hagan sentir mal a la otra persona.

Y creo que esto debe llegar desde la educación en casa, debemos enseñar a nuestros hijos que el respeto es hacia todos y siempre.

Habrá quien diga que deben aprender a defenderse, pero eso no tiene nada que ver con saber tratar bien a los demás en todos los contextos posibles.

Llegamos a una época maravillosa como es la Navidad, en la que todos nos ponemos un poco más sensibles, quizá es buen momento para hacer un autoanálisis y reconocer en qué momentos hemos tratado mal a otras personas, incluso ignorado y ser capaces de ponermos como propósito algo tan simple como eso: un buenos días, un cómo te sientes, un en qué te puedo ayudar… Al final se sentirán bien y harán sentir bien.