Hacer el bien
Qué gratificante es cuando realizamos una buena acción, llenamos nuestros ser de una plenitud única.
Hay una tranquilidad espiritual cuando nos disponemos a colaborar y servir para hacer el bien.
La Biblia nos enseña lo siguiente: Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo no ha visto a Dios.
III Juan 1:11. Las personas que dicen que conocen a Dios están llamadas a tener un comportamiento de buenas obras. Como Dios es un ser invisible, cuando hacemos el bien a otra persona, Dios dejará de ser invisible.
La vida te brinda mucha oportunidad de hacer el bien, solamente mira a tu alrededor ahora mismo y tendrás como regalo el hacer el bien a los demás.
También Romanos 12:20 dice lo siguiente: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber.
Haciendo esto amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza. Esto significa que debemos hacer el bien sin importar cómo nos traten los demás.
Jesús dijo: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, si de verdad queremos cuidar de los demás, tenemos que cuidar de nosotros mismos.
Si de verdad queremos cuidar de nosotros mismos, tenemos que cuidar de los demás.
El mal que hacemos a los demás es el mal que nos hacemos a nosotros mismos y el bien que hacemos a nosotros mismos es el bien que hacemos a los demás. Por lo tanto, lo mejor es hacer bien a todos.
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