El presidente Luis Abinader hablará mañana al pueblo dominicano.
Aunque tenga sus verdades, el presidente Luis Abinader parece más doliente que los propios haitianos. Ante la Asamblea General de las Naciones Unidas expuso preocupaciones acumuladas en el país sobre el deterioro institucional, económico y social de Haití, lo que se refleja en protestas callejeras y el temor que siembran bandas armadas organizadas, pero además las masivas migraciones hacia diferentes países con el destino final de llegar a Estados Unidos.
Es decir, que República Dominicana ha dejado de ser ya un atractivo para los haitianos emigrar, aunque lo prefieren por la cercanía, pero ciertamente la gravedad de la crisis de Haití constituye una amenaza para la región, como lo dice el presidente Luis Abinader.
Las reacciones
Sin embargo, no han surgido las reacciones que se esperaban ante la advertencia de Abinader ante la ONU sobre el peligro que representa Haití.
El mandatario dominicano ha elevado su voz sobre esta problemática, también a lo que hizo el primer ministro de esa nación ante el mismo escenario, aunque su discurso fuera grabado, de justificar las migraciones de los haitianos por el motivo de la pobreza.
Ariel Henry pudo bien sumarse al clamor del presidente Abinader para sensibilizar a la comunidad internacional sobre la problemática de su país y que se motoricen acciones para fortalecer el orden institucional y que restablezca la seguridad ciudadana. Este domingo fue asesinado un diácono de una iglesia protestante y su esposa fue secuestrada por una banda armada, con varios heridos, lo cual parece que no cambiará.
